Duplicidad
Aunque queda a deber en el factor intriga, no podemos negar la química entre los protagonistas.
Duplicidad sería una gran cinta de chantaje, vueltas de tuerca y espionaje en medio de una historia de amor si tan sólo se hubiera estrenado en el 2000. Desafortunadamente, con el boom de películas que manejan estos temas (la trilogía de La gran estafa o la argentina Nueve reinas), la trama de un par de agentes que formaron parte de la CIA (Julia Roberts) y el MI6 (Clive Owen), respectivamente, y se unen para chantajear a una importante compañía trasnacional con un sinnúmero de artimañas, pierde su originalidad, mas nunca el encanto que logran sus protagonistas con sus interpretaciones.
No hay que malinterpretar: la cinta pudo haber sido un total desastre si no se le hubiera prestado atención al detalle y la dedicación en su guión, dirección, fotografía y música, que se nota y agradece. El equipo detrás de la nominada al Oscar en 2008, Michael Clayton, repite la fórmula de la crítica hacia las corporaciones, pero ahora en un tono más cercano a la comedia y al romance.
Resulta una opción que no defraudará a los seguidores de Julia Roberts o Clive Owen, pero a los fanáticos del cine de chantaje y vueltas de tuerca les quedará a deber.
– Sergio López Aguirre
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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.
