El mal ajeno

Desde que Amenábar descubrió que el público español estaba preparado para aceptar (sin aflojar la risa) tramas de suspenso y terror (aun con elementos sobrenaturales) ambientadas en la realidad social de nuestro país, muchos han sido quienes han pretendido seguir su ejemplo en aras de asaltar la taquilla patria. Suelen ser directores noveles alentados en sus empeños comerciales por empresas productoras ligadas preferentemente a las televisoras, cuyo dinero dota a estas películas de buena factura técnica y un reparto contrastado poblado de nombres del gusto del gran público.

En este sentido El mal ajeno es una película canónica. Producida por el propio Amenábar y escrita por uno de los directores más afamados del nuevo cine español, Daniel Sánchez Arévalo (esta vez en tareas únicamente de guionista), cuenta con el protagonismo de Eduardo Noriega como un hombre con un don milagroso cuyos efectos le procuran más tormentos que bendiciones (en la línea de esos superhéroes del cómic a quienes sus autores pretenden dotar de profundidad psicológica con esta clase de subterfugios) y con la presencia en papeles secundarios de Belén Rueda (quien con esta película más El orfanato y Los ojos de Julia amenaza con convertirse el la reina del screaming patrio) y la colombiana Angie Cepeda (por aquello de pensar en la taquilla latinoamericana).

El problema es que su director, Oskar Santos, no logra llevar la película más allá de la pura convención (y tampoco lo intenta, ¿para qué engañarnos?) consiguiendo lo que pretende.

–Jaime Iglesias

Ve el trailer de El mal ajeno.

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Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com