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Cine

El tiempo

01-09-2008, 12:53:56 PM Por:
El tiempo

Kim Ki-duk, la imaginación más provocadora del cine oriental, ofrece otro relato de obsesiones y delirios, esta vez sobre la fatalidad del aspecto físico y sus insospechados efectos sobre el deseo sexual.

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Una obsesión con el aspecto físico parece recorrer los consultorios médicos en algunos países orientales. No se trata ya de conquistar la figura perfecta y someterse a dietas imposibles hasta extremos anoréxicos, sino de rediseñar el rostro mediante cirugías plásticas, y acceder así a una identidad nueva.

La clonación con el objeto ideal de belleza –estrella de moda, deportista, modelo–, o simplemente la estrategia límite para reavivar el deseo de la pareja. En El tiempo, del sudcoreano Kim Ki-duk, esto último parece ser la preocupación de Seh-hee (Park Ji-yun), una mujer delirantemente celosa, quien cansada de imaginar amenazas en toda mujer que se acerca a su novio Yi-woo (Ha Jung-woo), decide desaparecer de su vida, someterse a un cambio quirúrgico de rostro, y presentarse ante él de incógnito, con una identidad diferente, a fin de conquistarlo de nuevo, con el riesgo de padecer en el intento otra crisis de celos, cuyo objeto será, irónicamente, ella misma.

El director de Por amor o por deseo y Las estaciones de la vida propone aquí una reflexión aguda y divertida sobre las ansiedades del mundo moderno relacionadas con la inseguridad y la pasión amorosa. La joven de escasos 20 años resiente anticipadamente la tiranía del tiempo (“Lamento –le dice a su pareja– tener la misma cara aburrida todos los días”), y opta por un cambio radical en su persona.

El tiempo película coreana

En una escena perturbadora se pasea por las calles con una foto de su rostro antiguo recortada sobre el nuevo, que apenas le satisface. Celosa de la fidelidad de su novio al recuerdo de lo que ella fue en el pasado, intenta penosamente parodiarse a sí misma, hasta orillar al amante a hacer algo parecido con su propio rostro, hasta el absurdo de las experimentaciones quirúrgicas en cadena.

Elizabeth Taylor intentó algo parecido en Miércoles de ceniza (Ash wednesday, Peerce, 1973), pero el melodrama fue rutinario y los resultados penosos. Kim Ki-duk combina con astucia comedia y drama en una nueva disección de las paranoias colectivas y su reflejo en las fijaciones amorosas.

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autor Es investigador del Programa de Culturas Digitales de la Universidad de Sydney. Es el editor fundador de cinepremiere.com.mx y escribe sobre cine, televisión y tecnología en diversos medios nacionales e internacionales.
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