Kung Fu Panda 2
Épica, conmovedora, hilarante. ¡Amo el kung fu!
Juzgar secuelas es complicado… especialmente aquellas que parten de primeras entregas muy buenas. De entrada existe el prejuicio (justificado) sobre su falta de originalidad y la interrogante sobre qué tan necesario es continuar ciertas historias. En el caso del adorable Po, la primera cuestión aplica (como en todas), pero afortunadamente, la segunda no. Desde el planteamiento de la trama era claro que los personajes –con los que uno fácilmente siente empatía– aún tenían mucho qué contar. Y como ya lo confesaría la propia directora (ver CP 201), Po tenía que saber de dónde venía y averiguar por qué diablos su papá era un ganso.
Kung Fu Panda 2 mantiene todos los elementos que hicieron a la primera cinta un clásico: personajes divertidos, variados y originales; escenas de acción emocionantes y astutamente dirigidas; animación impecable e ingeniosa y una historia con una buena moraleja para niños que logra conmover al más escéptico de los adultos… o por lo menos le saca unas buenas carcajadas.
El guión no deja nada qué desear: su ritmo es como debe ser en una película infantil, acelerado, pero sin dejar de lado el arco de los personajes. El humor es uno de sus factores más destacados; logra una perfecta combinación del chiste más infantil o “de pastelazo” que divertirá a los pequeños, pero alcanza el ingenio que siempre ha caracterizado a Pixar de incluir el humor más adulto y, sobre todo, inteligente. Tiene momentos genuinamente hilarantes.
La historia es sencilla, pero efectiva: un temible villano (un aterrador pavorreal… sí, pavorreal) tiene la misión de destruir al kung fu y con ello a los 5 (ahora 6) furiosos. Por supuesto, Po, Tigresa, Mantis, Gruya, Mono, Viper y hasta el maestro Shifu tendrán que probar su valentía y el valor de su adorada técnica de artes marciales. Con esto, los creadores de la historia (entre ellos Guillermo del Toro como asesor) tienen la oportunidad de crear a un villano sumamente interesante que recuerda no sólo a las clásicas cintas de kung fu (en las que se inspira la primera cinta), sino que también tiene astutos nods a la vertiente más “moderna” de este subgénero (como El tigre y el dragón o Héroe).
El nivel de animación parece más elevado con cada entrega. Los motivos chinos decoran esta historia con los destellos más impresionantes de color y texturas, generando escenarios envidiables. Los logros específicos, como el pelaje mojado de Tigresa y Po al ser lanzados al agua, sólo nos recuerdan que DreamWorks también es pionero en animación. Las escenas de acción son posiblemente mucho más épicas que las de su predecesora, cosa complicada de lograr si recordamos el escape de Tai Lung de la prisión.
Puntos extra por la conmovedora historia de Po bebé (y verlo cachorro es una verdadera genialidad), que hará presentes las lágrimas en la sala. Por fortuna, Omar Chaparro hace un gran trabajo dando vida al carismático oso y sólo nos queda por decir: ¡Amo el kung fu!
Ve el trailer de Kung Fu Panda 2.
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Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com
