Machete
El cinismo y la abierta irreverencia resultan en un deleitoso viaje cinéfilo
Vaya historia la de Machete. La de la película, la del personaje y la del actor que lo interpreta. El filme es el resultado del éxito de un falso tráiler o avance de película que se exhibió en 2007 con el estreno de Grindhouse, un proyecto de programa doble con Planet Terror de Robert Rodríguez y Death Proof de Quentin Tarantino.
Rodríguez co-dirige con el editor Ethan Maniquis y continúa su homenaje a las cintas Serie “B” y al Cine Exploitation con este largometraje, en el que un Ex-Agente Federal mexicano, inmigrante en
los Estados Unidos es contratado para asesinar a un político racista.
Del jugueteo de aquel tráiler, Rodríguez arma una trama para darle cabida, más que sentido, a las escenas originales: el involucramiento en el atentado, el engaño de que es víctima y su vendetta.
Al final, quizás el desquite sea el del propio realizador, quien literalmente desconoce límites y utiliza todos lo excesos a su alcance. Desde los efectos especiales hasta el tratamiento gore, sin pasar por alto al reparto. Robert De Niro, Steven Seagal, Don Johnson, Michelle Rodríguez, Jessica Alba, Cheech Marín y hasta Lindsay Lohan desfilan casi a manera de cameo para dar soporte a Danny Trejo -un verdadero exconvicto redimido que lleva un par de décadas como actor
secundario-. Ahora, a sus 66 años, tiene su primer protagónico.
Es justo en sus excesos en que Machete se puede convertir en el mejor divertimento o en el peor de los suplicios. Para quien escribe estas líneas, toda la exageración, la provocación, la sangre, el cinismo y la abierta irreverencia resultan en un deleitoso viaje cinéfilo.
–Carlos Del Río
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