Misión secreta

El género de cine de espionaje es un arma de doble filo: puede resultar en un efectivo thriller siguiendo aquella frase cliché ‘te mantendrá al filo de la butaca’, o por el otro lado, se puede convertir en una historia tan trillada como esa frase.

La historia comienza con el asesinato de un senador, evento que genera misterio y expectativa alrededor de su posible perpetrador: Cassius, un espía ruso que nunca fue capturado. A partir de este evento, el FBI recluta a un veterano agente que es experto en Cassius y a un novato; ellos son interpretados por Richard Gere y Topher Grace, respectivamente. Un novato y un veterano juntos en una investigación policiaca… No nos esperábamos eso, ¿verdad? Misión secreta juega por momentos entre el thriller clásico y el filme que quiere ser novedoso.

Cuando uno es fan del género, se sabe los trucos y posibles vueltas de tuerca que habrán, por esto los responsables del filme decidieron adelantar el gran twist al final del primer acto, en lugar de esperarse hasta la conclusión del filme. Esto evita el desinterés de la audiencia, sin embargo la película no ofrece nada nuevo. La química entre los protagonistas es nula, los diálogos no son memorables y gente como Martin Sheen o el propio Gere son desaprovechados y parecen actuar en piloto automático.  

Es así que Misión secreta goza de una cosa: rompe las reglas del género al mostrar al verdadero asesino a los 20 minutos, sin embargo al final no sabe cómo manejar este suceso y se convierte en una cinta que te dejará ‘al filo de ya sabemos el resto’.

Ve el trailer de Misión secreta.

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.