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Cine

Post mortem

27-04-2011, 3:23:39 PM Por:
Post mortem

Cine más de fondo que de forma, con un desarrollo de personajes que deja mucho que desear.

Cine PREMIERE: 2
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Mario es un hombre encargado de realizar las autopsias en un hospital que terminó siendo el lugar donde llegaban todos los muertos del entonces prematuro conflicto de Pinochet en 1973, a raíz de la tensión que acontecía en Chile. Tiene una vecina por la que se siente muy atraído.

Bajo esta sencilla premisa se desarrolla Post mortem, cinta ganadora a Mejor largometraje Iberoamericano en el pasado festival de cine de Guadalajara y que fue bien recibida por personas allegadas a la industria cinematográfica latinoamericana, productores, actores y directores. Pero, ¿un premio en un festival internacional es suficiente para atraer y sobre todo entretener a todo tipo de público? La respuesta es no.

Post mortem apela a ese cine que tuvo y sigue su boom desde inicios de la década pasada: la contemplación del tiempo, personajes introvertidos que contienen toda su fuerza hasta finalmente explotar, una historia sumamente sencilla y la total ausencia de música. Ejemplos de directores sobran, amados por unos odiados por otros pero ahí están: Carlos Reygadas, Amat Escalante, Fernando Eimbcke y en latinoamérica está el trabajo de Julio Hernández, Pablo Stoll, Fabián Bielinsky y su obra póstuma Aura. Todas con características tomas largas sin llegar a ser complejas y diálogos aparentemente sin sentido, forman parte de una ola característica dentro del cine en Latinoamérica.

Por lo que la ejecución de Post mortem no tiene absolutamente nada nuevo y dentro de este tipo de movimiento cinematográfico de la contemplación, el desarrollo de sus personajes deja mucho que desear. Sí, el protagonista hace un notable trabajo pero es quizá una de las pocas cosas que ligeramente sobresalen, dejando en el diseño de producción un muy cuidado detalle por el vestuario, autos y artículos de la época.

Al final Post mortem se une a esta larga fila de cine íntimo contemplativo con toques de denuncia social pero que falla al resultar muy local en su tema, y no por situarse en la dictadura de Pinochet, sino en los modismos de sus personajes, un par de diálogos completamente sin sentido y un final muy abrupto.

Una película que en el DF se estrena a la par del gigante Thor , aunque para aquellos que buscan un cine más de fondo que de forma, se encontrarán con una propuesta que logró llamar la atención en festivales a las personas del gremio, pero que el público promedio puede perderse en discurso de denuncia social bajo la contemplación.

–Sergio López Aguirre

 

Ve el trailer de Post mortem.

 

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autor Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com
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