Un despertar glorioso
Es como uno de estos programas de TV que retrata: no va a influir en nuestra vida, no es un clásico; pero se recomienda para pasar el rato agradable.
Normalmente las películas de periodismo tienen un tono serio y solemne; incluso la misma Rachel McAdams ya había interpretado a una reportera en Los secretos del poder. Sin embargo, Un despertar glorioso recuerda más bien a Secretaria ejecutiva o a El diablo viste a la moda, en la que una chica tiene hambre de triunfar en su trabajo a pesar de las penurias que le acontecen y los malos tratos de sus compañeros, siendo aquí “el diablo” no tan glamoroso, Harrison Ford.
Aunque en tono cómico, la cinta retrata muy bien el sacrificio que es estar en un medio tan demandante como la televisión, con un programa matutino que tiene todo tipo de secciones, al estilo Hoy. Por supuesto no hay tiempo para el amor, pero en Hollywood eso se resuelve fácil, con la presencia de Patrick Wilson, quien –por suerte– trabaja en la oficina de al lado, es soltero y encantador.
Como siempre, McAdams se luce en su trabajo y no desmerece frente a la gran química que hay entre Ford y Diane Keaton, quienes se odian –de una forma muy graciosa– al compartir el crédito en la pantalla chica. La cinta es precisamente como ver uno de estos programas de TV que retrata: no va a influir en nuestra vida, no es un clásico; pero se recomienda disfrutar con un café, para pasar el rato agradable, distraerse y posteriormente recordar con una sonrisa.
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