TRON – Crítica

Una de las mejores formas de conmemorar el 30 aniversario del estreno de la película de TRON en cines es haciendo un análisis del filme que cambió la vida de millones y la manera de hacer cine en Hollywood.

Con referencias del tamaño de Star Wars y Star Trek en pantalla grande y chica a finales de los años setenta, era un auténtico riesgo ingresar en el género de la ciencia ficción (pregúntenle a Galactica). Los estudios Disney dominaban las películas animadas, pero su intención de equiparar el fenómeno de la ópera espacial de George Lucas era evidente. El abismo negro (The Black Hole) fue un noble pero fallido intento, allá en 1979.

Por ello, permitir que un hombre de “ideas extrañas y radicales” como Steven Lisberger escribiera y produjera una película donde un programador es digitalizado y transferido a lo que entonces se definiría como “el mundo de las computadoras/videojuegos” era una decisión arriesgada. Y más, considerando que sería el primer filme de gran presupuesto en combinar gráficos computarizados con actores reales.

La historia trata del rebelde programador Kevin Flynn y su lucha contra Control Maestro, una computadora de un poderoso corporativo que amenaza con dominar no sólo el mundo digital, sino incitar a la raza humana a la autodestrucción (sí: mucho antes que la Skynet de Terminator). Dentro del mundo digital, Flynn conoce a TRON, un programa diseñado para defender los intereses del usuario, considerado en aquel mundo como El Creador.

Hay que destacar que TRON no es una película perfecta y aunque se convirtió en un filme de culto en sus días y sí cubrió la inversión de $17 millones de dólares, (con $33 millones en taquillas), no fue exactamente lo que Disney esperaba. No obstante, aunque recibió críticas por una historia denominada «demasiado infantil», las sólidas actuaciones de Jeff Bridges, Bruce Boxleitner y Cindy Morgan combinadas con asombrosos efectos visuales la convirtieron en un filme de culto y estandarte para muchos hombres clave del Hollywood actual. Es conocida aquella declaración de John Lasseter (director de Pixar), quien dijo que “sin TRON, Toy Story jamás habría existido”. O bien, el hecho de que el dueto francés Daft Punk –que, por cierto, musicalizó TRON: El legado– se inspiró en TRON para su larga y exitosa carrera musical.

La música ­–compuesta por el pionero en composición electrónica Wendy Carlos (El resplandor y Naranja mecánica)– reviste a la perfección las escenas de acción del filme (particularmente dentro del mundo digital). Las canciones del grupo Journey complementaban perfectamente en los momentos adecuados, y hoy distinguen al filme con un tono nostálgico ochentero. ¿Y qué dicen de cameos como el de Pac-Man o la silueta de Mickey sobre el Mar de la Simulación? Frases como «¡Saludos, programas!», «Flynn vive» y «End of line» se convirtieron en frases de culto para geeks y cineastas por igual.

Aunque hace cinco años era imposible adquirir una edición de TRON en formato DVD (a excepción de carísimas ediciones especiales de caja blanca comercializadas por eBay), hoy es posible adquirir la película en formato Blu-ray con una calidad de remasterización estupenda. Los colores y el audio superan por mucho lo que vimos en salas de cine en los ochentas y es de esta forma como puede apreciarse realmente el verdadero legado de TRON al cine moderno. ¡Prohibido compararla con los estándares actuales, a riesgo de convertir sus 96 minutos de duración en una oleada de críticas y burlas al concepto original!

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Julio Vélez Colaborador en web y revista Cine PREMIERE desde 2006. Me especializo en anime/manga, comics, doblaje, tecnología y videojuegos. Mis sagas favoritas: Doctor Who, Star Trek, Dragon Ball y Star Wars. Batimaníaco, geek ochentero y hardcore gamer.