The Walking Dead: Bloodletting
Un segundo episodio sólido al que sólo le faltó un poco más de acción.
Nota: Esta review contiene spoilers del episodio.
El segundo episodio de The Walking Dead comienza con un flashback al momento en el que Lori se entera que a Rick le dispararon –el evento con el que inició la serie el año pasado. Es interesante tener un vistazo de la vida de los personajes antes del apocalipsis zombie, pero sobre todo es importante hacer mención a las actuaciones, pues una vez más somos testigos del gran cariño que Shane tiene hacia Rick, y por ende a su familia.
Después de los créditos iniciales –de los cuales seguimos siendo fans–, vemos a Rick corriendo en el bosque mientras carga a un pálido Carl, en busca de ayuda. Así es como llegamos a la granja de Hershel y conocemos a varios de los miembros de su familia. Quienes hayan leído los comics saben un poco más del background de estos nuevos personajes, y la verdad es que es emocionante verlos cobrar vida en la pantalla chica.
Mientras Hershel y su familia intentan salvar la vida de Carl, somos testigos de la interpretación de Andrew Lincoln como un papá angustiado. Su lenguaje corporal, voz y mirada demuestran la calidad de esta serie y la gran capacidad histriónica del actor. Pero además es interesante ver la dinámica entre Rick y Shane, pues nos da curiosidad saber hacia dónde irá esta historia. Sobre todo si consideramos todo lo que sucede en el cómic…
Al ritmo de “Bloodletting” quizá le haga falta tener un poco más de acción, especialmente en aquellas escenas entre Dale y T. Dog, sin embargo el episodio es emocionante. Es imposible que como audiencia no te imagines dentro de ese mundo, pensando qué harías al estar en esa situación. Quizá si el ritmo de todo el episodio hubiera sido más como las secuencias finales, se podría llevar las 5 estrellas, sin embargo este capítulo funciona más como un puente para establecer las nuevas relaciones interpersonales que se desarrollarán a lo largo de la temporada.
Eso sí, toda la secuencia afuera de la preparatoria con Shane, Otis y la horda de zombies, te mantiene al filo del asiento. Y es justo éste el ritmo que se debe manejar en la serie. Ahora sólo nos queda esperar a ver cómo escaparan estos personajes, todo pende de un tornillo…
Y mención especial a la música de Bear McCreary, ya extrañábamos escuchar composiciones que tuvieran fuerza, sentimiento, y que sobre todo se quedaran contigo aun después de que termine el episodio.
–Clara Itzel Hernández Valladares
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Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com
