Premiar a Roma es una «devaluación» del Oscar: exhibidores europeos
Dueños de cadenas cinematográficas a lo largo de Europa llamaron a la Academia a reconocer únicamente "películas diseñadas para cines y estrenadas en cines".
Ninguna entrega del Oscar puede mantenerse exenta de críticas en relación con sus ganadores y Green Book no ha sido la única película en enfrentar reacciones negativas tras recibir la estatuilla como Mejor película. Dueños de cadenas cinematográficas, particularmente en Europa, han manifestado su descontento con la decisión de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS, por sus siglas en inglés) de adjudicar tres premios Oscar a la cinta Roma de Alfonso Cuarón.
Recordemos que el año pasado, las exhibidoras francesas presionaron con éxito al Festival Internacional de Cine de Cannes para que prohibiera a las películas de Netflix participar dentro de su competencia oficial, lo cual obligó a llevar el estreno de la última película de Alfonso Cuarón al Festival Internacional de Cine de Venecia donde inicio su cosecha de premios con el León de Oro a Mejor película.
«Consideramos que otorgar tres premios a Roma es una devaluación de los Oscares», dijo Detlef Rossmann, presidente de la Confédération Internationale des Cinémas d’Art et d’Essai (CICAE) a The Hollywood Reporter. La producción distribuida por Netflix triunfó en las categorías de Mejor director, Mejor cinematografía y Mejor película en lengua extranjera.
La CICAE fue fundada en 1955 por asociaciones nacionales de Alemania, Francia, Suiza y Holanda con el objetivo de crear un mercado para el de cine de arte. Esta organización hizo un llamado a la Academia para «redefinir las reglas y los términos de la nominación al Oscar a fin de aclarar la diferencia entre el cine y la televisión».
Este sentimiento ha sido respaldado por propietarios de cadenas de cine a través de toda Europa en oposición al hecho de que producciones estrenadas en plataformas de streaming tengan un lugar de honor en festivales y ceremonias de premiación a lo mejor de cine.
François Ayme, presidente de l’Association Française des Cinémas Art et Essai (AFCAE), destacó la costosa campaña puesta en marcha por Netflix para promover Roma entre las y los votantes de la Academia. «A Netflix obviamente no le importaba la película Roma, sólo querían usar los Oscares como una forma de promocionar su marca», agregó Christian Brauer, presidente de la asociación de exhibidoras de Alemania, AG Kino.
Por su parte, Tim Richards, CEO de la cadena de cines británicos Vue International dijo que «Netflix no debe subestimar el valor y el impacto de un estreno teatral completo para el contenido que posee y esperamos que estén abiertos a discutir cómo llegar a una audiencia más amplia con exhibidores en el futuro».
El problema es claramente con los gigantes del mercado de los servicios de streaming ya que los exhibidores europeos han elogiado al largometraje mexicano. Algunos de ellos tienen la esperanza de que este debate técnico sobre las características de producción y exhibición que debe cumplir una producción para ser considerada como cine obliguen a Netflix a revaluar su estrategia de estrenos y así darle a sus películas una corrida teatral.
Sin embargo, Jason Chae, CEO de Mirovision, una distribuidora indie de Corea del Sur, fue la voz disidente para THR, argumentando que el streaming está cerrando la brecha en el mercado.
«Netflix permite que las películas más pequeñas y experimentales lleguen a audiencias más grandes en más territorios», dijo. «Yo mismo estaba feliz de encontrar una película que me había perdido en Sundance y que estaría disponible en Netflix. Los patrones de consumo están cambiando y ya es hora de que la industria también lo haga».
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