SARAH ¿QUÉ?

Tenemos que comenzar esta segunda entrega con un ejercicio: Vean la fotografía que acompaña este texto. Detenidamente. No hagan trampa. Ahora ¿Cómo se llama la chica que está en la foto? No se trata de un mal chiste argentino, sino de algo que me sucedió durante el primer día en el Festival de Mar del Plata.
Llevaba apenas unas horas por este lado sur del continente y al llegar al lobby del hotel Hermitage (que dentro de sí mismo tiene habitaciones de 5, 4 y 3 estrellas (por suerte me tocó uno de 4) me encontré con Ricardo Benet, director veracruzano que dirigió la cinta Noticias Lejanas, quien platicaba efusivamente con Jean–Christophe Berjon, delegado general de la Semana de la Crítica en Cannes, y esposo de la actriz mexicana Arcelia Ramírez.

Me acerqué a ellos con ese ánimo de paisano mexicano que se encuentra fuera de su país y que comparte añoranzas a los chiles jalapechos, a los tacos al pastor y a la dosis de violencia nuestra de cada día. Tres minutos después y muy amablemente, Benet (que anda por estos lares de jurado de la seccion latinoamericana) nos estaba disparando unos tragos y luego, me presentó a una mujer menudita, rubia casi pelirroja y con una sonrisa tan pronunciada que  dejaba ver sus encías. Se llamaba Sarah.

La saludé de beso y platiqué con ella unos 2 o 3 minutos, re rió de las tonterías que pude decir en ese tiempo y luego me preguntó que que hacía acá, tan lejos de chilangolandia. Respondí que era periodista y que cubría el festival, que iba llegando a Mar del Plata y que no había tenido tiempo ni de ponerme otra dosis de desodorante.

Y luego una pregunta estúpida (obvio que el autor intelectual de ese cuestionamiento tonto soy yo). Dije algo más o menos así: ¿Y tu, qué haces en este festival? Viendo películas, respondió. Algo que me pareció bastante normal, así es que brindamos por eso y segundos después se la llevaron entre guaruras, representantes y asistentes del festival.

Pero dejó a una amiga ahí al lado, quien antes de correr detrás de Sarita, alcanzó a contestarme que la persona con la que acababa yo de hablar era Sarah Polley (ojo, no es Palin, la que andaba de campaña con MCCain), actriz de Dulce porvenir de Atom Egoyan y Mi vida sin mi, así como directora de la cinta Lejos de ella. Y quien  por cierto, es jurado de la Sección Oficial de este Festival.

¡Chale! Alcancé a decir, al tiempo que la amiga de Sarah, que venía de Toronto, se despidió muy amablemente y saltó a la calle para sufrir los vientos de esta ciudad ubicada a pies del Atlántico y enterrada en el sur del continente americano.

Se me fue la nota pensé. Ni modo, no pude preguntarle nada, pero quizá esta historia sea más interesante que todo lo que pudiera preguntarle en ese tiempo. Aunque lo que sí demostró es la razón por la que ella hace cine independiente y por qué es tan sensible al mundo que la rodea.

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César Albarrán Torres Es investigador del Programa de Culturas Digitales de la Universidad de Sydney. Es el editor fundador de cinepremiere.com.mx y escribe sobre cine, televisión y tecnología en diversos medios nacionales e internacionales.