Desde el set de La boda de Valentina con Marimar Vega y Omar Chaparro
Visitamos la filmación de la nueva película de Marco Polo Constandse, director de Cásese quien pueda.
En contraesquina del Monumento a la Revolución, ubicado en la Plaza
de la República, hay un edificio de cinco pisos y ventanas amplias. Su color
gris lo hace pasar desapercibido ante la belleza de las palmeras que lo
enmarcan y el imponente monolito que está casi a su lado. Sin embargo, es en
este lugar donde se filma la nueva película de Marco Polo Constandse (Cásese quien pueda): La boda de Valentina y donde se dio el
claquetazo inicial de la filmación.
Ahora su protagonista no es Martha Higareda, sino Marimar Vega (El cumple de la abuela), quien se verá
envuelta en un triángulo amoroso entre Omar Chaparro (No manches, Frida) y el actor estadounidense Ryan Carnes (Cartas desde Iwo Jima), de ahí que
estará “casi en un 50-50 hablada en inglés y en español”, explicó el
realizador, ya que parte de la historia ocurre en Boston —aunque será filmada
en Toronto, Canadá— y otra parte en México.
Valentina es una chica que se va a vivir a Estados Unidos, está
cansada del ambiente político del país. Allá tiene un novio llamado Jason que
le propone matrimonio. Según contó Chaparro, “ella está a punto de casarse,
pero finalmente la casan conmigo, entonces ahí comienza el conflicto de esta
historia, ella tiene que regresar al país a arreglar el problema y se ve
envuelta en esta decisión difícil de estar o con el gringo o con el mexicano”.
Pero el proyecto tiene su propia historia, llevaba alrededor de 10 años en stand-by, y de hecho el cineasta Beto Gómez (Salvando al soldado Pérez) en algún punto estuvo involucrado con su realización. Eventualmente la historia le fue ofrecida a Marco Polo y como el guión envejeció durante el tiempo que estuvo almacenado, Issa López y Santiago Limón tuvieron la misión de actualizarlo.
Pese a ello, uno de los mayores retos para el realizador fue el armado del cast, “encontrar el tono y el balance de la familia (de Valentina) fue mucho más tardado”. No sólo esperó hasta tres meses para audicionar a un actor que le interesaba, sino que incluso se organizó un casting en Los Ángeles para encontrar a quien interpretaría a Jason. Fue así como la película bicultural añadió la presencia de Carnes, quien se dijo poco familiarizado con la cultura nacional. “Hay muchas referencias culturales en el guión que me tenían que explicar porque no estoy familiarizado con la cultura mexicana, lo que es perfecto para mi personaje, porque él tampoco lo está. Es un pez fuera del agua”.
Justamente el contraste cultural entre estas dos sociedades es uno de los más importantes para Marco Polo Constandse. “La serie de Narcos hizo una cosa interesantísima, puso a leer subtítulos a los americanos, ellos no leen subtítulos, ya no existe la cultura americana sin la cultura latina y para nosotros no existe cultura mexicana sin pensar en el impacto que tiene la cultura americana. La primera frontera que debe desaparecer es la cultural, de poder brincar de un lado a otro y ésa es la apuesta de La boda de Valentina”, enfatizó el director.
(Fotos: Instagram de Marimar Vega y Omar Chaparro)
¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.
Mabel Salinas No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
