Shaun, el cordero: La película – Granjagedón – Crítica de la animación nominada al Óscar
Granjagedón es un deleite fílmico de principio a fin para fanáticos de la ciencia ficción y el sello familiar de Aardman Animations.
Tras una década trabajando en Aardman Animations, Will Becher y Richard Phelan recibieron la oportunidad de realizar su debut cinematográfico con una secuela independiente para un título con el cual que estaban bien familiarizados: la nominada al Óscar Shaun, el cordero: La película (2015). En contraste con los relatos terrenales que suelen dominar las aventuras del personaje desde su introducción en el cortometraje A Close Shave en 1995, la lluvia de ideas para una segunda película de la franquicia derivó en una trama que significa su primera incursión de la compañía en la ciencia ficción. Granjagedón —título sugerido por el creador del personaje Nick Park— es un deleite fílmico de principio a fin para fanáticos del género y el sello familiar del estudio británico.
Basada en una idea de Richard Starzak y coescrita por Mark Burton —los codirectores de la cinta original—, Granjagedón inicia con Shaun y el resto del rebaño sumidos en un profundo aburrimiento que consiguen mitigar brevemente a través de sus peligrosos pasatiempos, los cuales sólo le traen dolores de cabeza al perro pastor Bitzer. La historia da un giro cuando Shaun se encuentra con una traviesa extraterrestre llamada Lu-La, quien terminó estrellándose por accidente cerca de la granja Mossy Bottom. Nuestro amigo ovino deberá encontrar la forma de ayudarle a volver a casa, antes de que ella sea capturada por los agentes del Ministerio de Detección de Alienígenas. A la par, el granjero John ve una oportunidad de hacer dinero fácil con la fiebre OVNI, convirtiendo el lugar en un parque temático.
El largometraje ofrece 87 minutos de diversión desenfrenada sin pretensiones. Ni más, ni menos. Considerando la ausencia de diálogo y el hecho de que los episodios de su exitosa serie rondan apenas los 7 minutos de duración, no deja de ser un logro digno de mencionarse desde el primer salto de Shaun, el cordero a la gran pantalla, la cadencia y armonía con que son delineadas sus tramas para el cine. Sin necesidad de inventar el hilo negro, los amantes de la ciencia ficción apreciarán los homenajes, influencias e incontables referencias a clásicos entre los cuales podemos destacar a E.T., el extraterrestre (1982), Encuentros cercanos del tercer tipo (1977), 2001: Odisea del espacio (1968) e incluso la franquicia Alien, además de series como Los expedientes secretos X o Doctor Who. Guiños visuales y sonoros va desde filmes de la década de 50 hasta exponentes contemporáneos como Interestelar (2014) o La llegada (2016). Del mismo modo, en una saga cuya genialidad nos remite a los grandes maestros cómicos del cine mudo, como Buster Keaton o Harold Clayton Lloyd, tampoco faltan los tributos para obras maestras como Tiempos modernos (1936), de Charles Chaplin.
Por supuesto, las pulidas técnicas de claymation y stop-motion que Aardman Animations ha empleado para deleitarnos constantemente con sus producciones por casi cinco décadas son las auténticas estrellas del proyecto. Granjagedón requirió los refuerzos de unas 200 personas para dotar a sus protagonistas de 5 pulgadas de arcilla de un amplio rango de emociones y expresiones corporales, así como para desarrollar los 34 sets requeridos para la historia, incluyendo el decorado más grande en toda la filmografía del estudio: la base subterránea del Ministerio de Detección de Alienígenas, con una extensión equiparable a una alberca olímpica. Gracias a su atención obsesiva al detalle y una sincronización cronométrica en la ejecución, la producción nos regala una colección de elaboradas, brillantes y ocurrentes coreografías de comedia física, reforzadas por el diseño sonoro y la música de Tom Howe (El cavernícola). Los efectos visuales por ordenador se emplean únicamente para embellecer escenas con tintes fantásticas o recrear algunos elementos ambientales, sin desentonar nunca con la estética.
Puede que Shaun, el cordero: La película – Granjagedón no se encuentre a la altura de otras obras del portafolio de Aardman como Pollitos en fuga (2000), Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales (2005) o la primera película de Shaun, el cordero, pero la ópera prima de Richard Phelan y Will Becher conserva el corazón, el humor perspicaz y la destreza de las cualidades artísticas tangibles que han hecho tan popular a la franquicia a nivel internacional. Nominada a los BAFTA en 2020, así como a tres Premios Annie y los Óscar en 2021, Granjagedón es una opción refrescante dentro de la oferta de animación familiar que suele llegar a nuestras pantallas.
Shaun, el cordero: La película – Granjagedón está disponible en Netflix.
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