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Cine

Somos campeones – Crítica

01-01-2019, 5:30:19 PM Por:
Somos campeones – Crítica

Somos Campeones está saturada de clichés, secuencias exageradamente emotivas y manipulación sentimental a partir del uso del montaje y la musicalización.

Cine PREMIERE: 2.5
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En medio del espectro de Coach Carter, Hoosiers o Un domingo cualquiera, así como Mi pie izquierdo, Forrest Gump o la francesa Amigos se encuentra Somos Campeones, la embajadora española para conseguir una nominación al Oscar en la categoría de Mejor película en lengua extranjera. Sin embargo, la feel good movie pronto quedó fuera de la contienda, tal vez por la simplicidad de su narrativa y premisa reciclada. Estamos ante un fenómeno taquillero en la Madre Patria que conmovió a la audiencia con una historia edificante y dulce a nivel temático, pero saturada de clichés, secuencias exageradamente emotivas y manipulación sentimental a partir del uso del montaje y la musicalización. Tal vez necesiten sus pañuelos desechables.

El filme dirigido por Javier Fesser sigue la fórmula de las cintas deportivas clásicas: narra cómo un exitoso aunque renuente entrenador de basquetbol (Javier Gutiérrez) es obligado a trabajar con un grupo de jugadores que buscan convertirse en equipo (y todo lo que ello conlleva). El distintivo radica en que estos jóvenes padecen diferentes tipos de discapacidad (al igual que los actores que los encarnan, lo que implicó un casting extenuante por parte del director). Por ello la paciencia del protagonista es puesta a prueba, así como su talento como un coach acostumbrado a lidiar con la crema y nata del deporte profesional.

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El elenco que interpreta al equipo de basquetbol inunda de carisma la pantalla y son la fuente principal de comedia.

A través de una comedia que parte de las peculiaridades del inesperado equipo de basquetbol, Somos campeones tiene la clara finalidad de sensibilizarnos y crear conciencia sobre las problemáticas de cada uno de sus miembros, pese a que en momentos puntuales son retratados con condescendencia. No obstante, su meta es poner sobre la mesa y confrontar al espectador con sus propios prejuicios, egolatría o egocentrismo mediante diálogos discriminatorios, pero no a través de la originalidad, sino de trucos y elementos narrativos explorados hasta el cansancio en otros filmes del subgénero.

Mientras Somos Campeones muestra una enorme sensibilidad hacia quienes tienen capacidades diferentes, soslaya a otras minorías que también sufren discriminación o incomprensión social, como los homosexuales, o hasta camufla como «encantadoras» algunas conductas sexistas. La cinta no es igual de diplomática hacia todos los bandos y de ahí se desprende una clara incongruencia.

somos campeones

Somos campeones exalta el espíritu de sana competencia perteneciente al deporte.

Si bien la intención de Somos Campeones es dulce y conecta con la audiencia gracias a sus triquiñuelas visuales y sonoras, también presenta un escueto aprovechamiento de técnicas narrativas y lenguaje cinematográfico. Se apoya más bien en diálogos excesivamente explicativos o metáforas obvias para su construcción -aquí se enmarca la fobia del protagonista a los elevadores-. De tal forma que al llegar al tercer acto se abusa del endulzante implementado desde el inicio de la narración para obsequiarnos un filme tan azucarado que colinda con lo empalagoso. Independientemente de ello es una feel good movie tan efectiva que cautivó al público español y ha seguido ganando adeptos en todo el mundo.

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autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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