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Cine

Sospecha mortal – Crítica de la película

30-04-2021, 5:30:13 PM Por:
Sospecha mortal – Crítica de la película

Sospecha mortal cumple con mantener el enigma y cierta expectativa, pero falla en su manera de resolver varios aspectos argumentales y de conducir a sus personajes.

Cine PREMIERE: 2.5
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Vaya tercia acaba de armar Netflix. Dentro del primer cuatrimestre de 2021, arribaron paulatinamente a su catálogo en Latinoamérica los tres largometrajes más recientes del portento actoral que es Rosamund Pike. Y éstos ciertamente son prueba suficiente de su versatilidad, sea por la interpretación de una maliciosa estafadora en Descuida, yo te cuido o de una revolucionaria científica en Madame Curie. Esta semana, a la lista de estrenos de la “N” roja se integró Sospecha mortal, una película a la que si bien varios de sus elementos le desfavorecen —incluido su título hispano, entre genérico y aparente respuesta a “¿qué se oiría rudo?”— al menos permite a Pike explorar con solidez un nuevo tipo de personaje… pero en definitiva no es de sus cintas más memorables.

Conviene ser justos. Para empezar, no es la actriz británica quien se posiciona al centro de este drama criminal, sino Joel Kinnaman, quien deviene un gran acierto gracias al modo tan natural con que adopta una cualidad de “duro de matar”. Él encarna en Sospecha mortal a un ex militar llamado Pete Koslow, quien con tal de eludir veinte años de cárcel acepta convertirse en informante para una operación extraoficial del FBI, gestionada por la agente Erica Wilcox (Pike).

Al comienzo de la película, todo indica que Koslow está a un par de horas de cumplir con su misión: entregar in fraganti a un cabecilla de la mafia polaca en Nueva York. Sin embargo, un inesperado incidente le impide alcanzar su objetivo, además de que lo pone en la mira de un empecinado policía cuyas indagaciones posteriormente dificultarán la colaboración del protagonista con el FBI. Y por si no fuera suficiente, Koslow ve acrecentarse el peligro hacia él y su familia mientras su farsa como narcotraficante se vuelve más y más insostenible.

La pura premisa trae a nuestra memoria filmes como Los infiltrados (2006) de Martin Scorsese o Judas y el mesías negro (2021) de Shaka King. A pesar de ello, Sospecha mortal no posee las ramificaciones culturales e históricas de aquellos galardonados títulos, pues claramente no aspira ni está obligada a hacerlo. La segunda película del cineasta italiano Andrea Di Stefano —basada en una novela de ficción sueca— va más encaminada a las convenciones del género policíaco, eso sí, priorizando el drama por encima de la acción y sin otorgar un trasfondo de embriagadora densidad.

En ese sentido, pudiera sorprender que esté involucrado el mismo productor de la adrenalínica John Wick y de la cautivadora Sicario, Basil Iwanyk. Hay que reconocer que las contadas escenas violentas de la película están bien construidas, pero Sospecha mortal carece de espectaculares combates cuerpo a cuerpo, como también de un sofocante ambiente de riesgo continuo. Y cualquiera de estos atributos se echa de menos en el reciente estreno de Netflix.

En materia de guion, la cinta no está exenta de resoluciones, alianzas y redenciones que resultan poco o nada convincentes, donde uno de los deseos insatisfechos del público pudiera ser atestiguar una suerte de enfrentamiento indirecto entre el FBI y el Departamento de Policía de Nueva York. A fin de cuentas, es particularmente fascinante aquella subtrama del detective neoyorquino rivalizando con un agente federal que actúa al margen de la ley, pero Sospecha mortal no profundiza en ello. Es más, los actores que interpretan tales roles no están afinados del todo: Clive Owen (el federal) sólo está colocado en modo de autoridad malévola, sin matices, mientras que Common (el policía) brinda una actuación completamente desangelada y acartonada, con algunos parlamentos que debieron reescribirse antes de llegar a la pantalla.

Por otro lado, vale insistir en que Joel Kinnaman y Rosamund Pike sí brillan a la cabeza del reparto, dando vida a una dupla con una inestable relación laboral donde no necesariamente existen confianza y lealtad absolutas, lo cual es un gran problema para el tipo de operación que llevan a cabo. La película Sospecha mortal cumple con mantener el enigma y cierta expectativa, pero falla en su manera de resolver varios aspectos argumentales y de conducir a sus personajes. No hubiera sobrado una mayor complejidad emocional y un mejor aprovechamiento (o exploración) de sus respectivas historias de vida.

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autor Tengo muy mala memoria. Por solidaridad con mis recuerdos, opto por perderme también. De preferencia, en una sala de cine.
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