Soul: ¿Cómo se creó el primer protagonista afroamericano de Pixar?
Joe, ¿por qué tardaste tanto en llegar?
Kemp Powers, codirector de la película animada Soul, es el primer afroestadounidense en detentar dicho puesto en Pixar (al menos, si la memoria no falla, todo indica que lo es). Sin embargo, la escritura creativa y su salto a la dirección de largometrajes animados son en realidad, su «segunda carrera». Originario de Brooklyn y graduado de Howard University, solía dedicarle sus noches y fines de semana a su sueño de convertirse en escritor. Trabajaba como periodista y, según cuenta, sus colegas le decían constantemente que era imposible hacer ese salto. Pero sucedió: con esfuerzo y dedicación se convirtió en un dramaturgo galardonado, en guionista de TV –para la serie Star Trek: Discovery– y, finalmente, en un codirector para el estudio de animación más famoso del mundo. Se puede decir con certeza que 2020 fue su año cinematográfico: no solo por el estreno de Soul, la cinta que representa su debut directorial, sino por la llegada de su obra de teatro, One Night in Miami, a las pantallas del Festival de Toronto, a través de una adaptación dirigida por Regina King.
Kemp Powers se sumó como codirector a Soul después de que Pete Docter y el resto del equipo en Pixar arribaran a una conclusión: si la cinta iba a explorar la música jazz, el protagonista, el personaje de Joe Gardner, debía ser afroestadounidense (lee aquí qué fue lo que los hizo decidirse por el jazz). La presencia de Powers en la escritura del guion y en el proceso creativo fue clave para cuidar la autenticidad a la hora de abordar tanto las experiencias de Joe como la cultura afroamericana, inexplorada hasta este momento por el estudio de animación. Así fue como se llegó a una versión definitiva de la historia, que narra lo siguiente: después de un pequeño accidente, un pianista y maestro de escuela conoce a una alma que se rehusa a nacer. Un día en Nueva York les bastará para descubrir el verdadero sentido de la vida.
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«Cuando me sumé al proyecto hace dos años, la película estaba en sus inicios de producción», cuenta Powers, quien originalmente fue invitado a unirse como escritor. «Aún faltaba mucho desarrollo para Joe. Afortunadamente, él y yo tenemos mucho en común. De muchas formas, yo era Joe. Tenemos más o menos la misma edad, los dos somos de Nueva York, él es un músico y yo hacía crítica de música y también solía hacer música. Así que usé muchas de mis experiencias personales a la hora de idear al personaje. Profundizar fue muy natural».
Una de las experiencias personales que plasmó en el guion, según comparte el escritor, fue la de pasar tiempo en la barbería. «Ahí pasaba mucho tiempo prepandémico, y creo que es una experiencia clave», afirma. Para retratar vivencias como estas, el equipo de artistas visitó –además de barberías–, clubes de jazz en Manhattan, el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana en Washington D.C. y hasta una secundaria pública. «Retomé mucho de mi pasado, pero siempre supimos que la historia debía trascender a una sola persona», continúa Powers. «También era muy importante entender que yo no represento a todas las personas negras. No represento a todas las experiencias. Por lo que me dio también gusto no tener que hacer esto solo».
Los consejeros
Durante sus procesos creativos, Pixar suele acudir a personas expertas, tanto internas como externas. Grupos de especialistas tienden a ofrecer distintas perspectivas sobre las temáticas y mundos de cada proyecto, como sucedió con Onward –con entusiastas del género fantástico dentro y fuera del estudio–, o incluso con Coco. En el caso de Soul, el equipo de artistas contó con las aportaciones y apuntes de personas afroestadounidenses al interior de la compañía, pero también con voces y miradas externas como las de Questlove; el músico Jon Batiste –quien compuso el score de jazz que acompaña el filme–; el actor Daveed Diggs (Hamilton, Snowpiercer); el músico de jazz Marcus McLaurine, y el cinefotógrafo Bradford Young (La llegada, Selma). Young incluso apoyó en la parte visual, específicamente en cómo iluminar correctamente la piel de los personajes.
«Bradford contribuyó definitivamente al look de este filme, especialmente en aquellas partes que toman lugar en la Tierra», platica Kemp. «No solo hay un protagonista negro, sino que hay toda una serie de personajes afrodescendientes con diferentes tonos cafés de piel, así que fue todo un aprendizaje para el equipo de artistas del departamento de iluminación. Bradford vino y les apoyó en varias ocasiones. Lo que amo de esas partes es que se ven muy distintas a lo que Pixar ha hecho antes para los mundos humanos».
En un inicio, la cinta no iba a contar con un protagonista como Joe. En las primeras versiones, la aventura tomaba lugar únicamente en la dimensión de las almas nuevas, The Great Before (El Gran Antes), y el personaje protagónico era 22, el alma rebelde con voz de Tina Fey que no quiere nacer en la Tierra. Sin embargo, una vez que se decidió quién sería Joe, y que más bien tomaría el protagónico, su vida en la Tierra cobró aún más importancia. Joe Gardner, interpretado por Jamie Foxx, es el primer protagonista afrodescendiente animado del estudio y tan solo el segundo de Disney, después de la película La princesa y el sapo (2019). Ésta última, sin embargo, ha sido criticada por convertir a sus personajes en animales –en sapos– durante casi toda la película. En Soul, por el contrario, Joe Gardner pasa el 50% como un alma (un ser etéreo de color azulado) y el otro 50 como el hombre negro de 45 años que es.
«Honestamente, el ir y venir de dimensiones siempre fue la idea [desde que se decidió quién sería Joe]», confirma Powers a Insider. «No nos dimos cuenta del porcentaje de cada locación hasta que nos lo empezaron a preguntar. Contamos todas las secuencias y vimos que eran 50-50. Pero no fue un esfuerzo consciente. Porque es importante entender que Joe no se convierte en alma. El punto de la película es que todos somos almas».
¿Por qué tardó tanto en llegar al estudio un protagonista como Joe? . “Creo que no tenemos una buena respuesta a eso”, admite Docter, durante la plática que sostuvo con la prensa internacional. “En esta ocasión somos afortunados de contar con una historia que, a través de Joe, acoge y abraza a mucha de la cultura afroamericana que no había sido explorada en las películas de Pixar. Es vergonzoso que haya tomado tanto tiempo, pero estamos emocionados de haber tenido oportunidad con esta película”.
Las manos que tocan
Joe Gardner representó otro reto para el equipo de animación: ¿cómo capturar esas manos de pianista que vuelan por las teclas? «Cuando estás animando algo así, tienes que retratar bien las notas. La investigación es clave», nos platica el animador Montaque Ruffin. «Jon Batiste [músico de The Late Night Show With Stephen Colbert] fue nuestra fuente e inspiración directa. Nos compartió sus reflexiones sobre el jazz, pero también tocó música en vivo para el filme y grabamos referencias visuales de sus manos. Eso nos permite capturar los movimientos de las articulaciones y animar cuadro por cuadro».
«La cabeza de Joe es de Jamie Foxx, pero sus manos son de Jon Batiste», resume Pete Docter.
Asimismo, la ciudad de Nueva York, que nunca había fungido como locación en ninguna película anterior del estudio, presentó sus propias dificultades. «Fue retador», platica Dana Murray, quien se estrena como productora tras su trabajo en cortometrajes como Lou. «Porque estás recreando este lugar que muchísimas personas conocen muy bien y que aman. Cada quien tiene su propia idea de lo que es Nueva York, y más bien nos enfocamos a imprimirle nuestro propio estilo».
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Jessica Oliva Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.
