Soul: Almas, seres cósmicos y otras animaciones imposibles de Pixar
"¿Cómo se dibuja un alma?"
Soul, la nueva película de Pixar, se desarrolla, casi en partes iguales, en dos lugares que contrastan: uno es icónico, una de las ciudades más famosas del mundo; el otro, por el contrario, es casi inimaginable y nadie lo ha visto nunca. En la aventura número 23 del estudio de animación, la vitalidad de Nueva York constantemente da paso a los neones pastel de una dimensión vaporosa: el lugar en donde se entrenan las almas humanas nuevas, aquellas que aún no han llegado a la Tierra y que primero deben encontrar sus personalidades y su «chispa». Joe Gardner (Jamie Foxx), un músico y pianista frustrado, conocerá ahí a 22 (Tina Fey), una ánima rebelde que se rehusa a nacer y a vivir. Pero no solo eso, ahí también se topará con una suerte de «campus universitario» que no obedece a las leyes de la física, así como con criaturas cósmicas hechas de luz: las formas que el universo ha tomado para que la «mente humana primitiva» pueda asimilarlas.
¿Cómo fue que el equipo de artistas llegó a esas visualizaciones de entidades espirituales y cósmicas? Soul empezó con una idea: una alma que se rehusa a vivir conoce a otra que se rehusa a morir. El director Pete Docter (Intensa-Mente, Up: Una aventura de altura) tomó sus propias dudas existenciales sobre el sentido de la vida para crear la que quizá es la más adulta y abstracta de las aventuras pixarianas, entre otras cosas, por sus exploraciones de cómo se vería la esencia de cada persona. ¿Cómo se ve un alma? Y, aún más importante: ¿cómo se dibuja un alma?
«Hicimos mucha investigación de muchas filosofías y sus enseñanzas», platica Pete Docter, en una presentación virtual para prensa internacional. «Preguntamos mucho y lo que más encontramos es que las almas son descritas como entidades vaporosas, sin forma definida, no físicas, como un aliento de aire. Todo muy interesante pero no de mucha ayuda, pues ¡¿cómo dibujas al aire?!»
De acuerdo con la productora Dana Murray, fue hasta que el equipo se topó con un material llamado aerogel, utilizado por la industria aeroespacial, que lograron tener un referente de lo que se podría llevar a la pantalla. El aerogel es el material más liviano que se ha creado en la Tierra, una sustancia translúcida compuesta por un sólido y, en su mayor parte, aire. El equipo de artistas empezó entonces a trabajar con esa imagen para encontrar a los personajes. Debían hallar formas amigables, pero también expresivas, capaces de transmitir emociones y estados de ánimo mediante gestos, ojos y boca. «En algún punto regresamos a un dibujo de Pete en donde se sugería lo etéreo pero también tenía una cara», platica Murray. «Hicimos pruebas de computadora pero también nos dio la impresión de que parecían fantasmas al ser blancas.
Así que pensamos, bueno, si las almas representan el potencial completo de lo que somos por dentro, quizá podamos usar algo de color».
Una vez cómodos con la exploración del color, el equipo encontró rápidamente otro reto que les obligó a inventar una nueva tecnología: debido a su naturaleza vaporosa, algunas partes de sus cuerpos inmateriales resultaban muy difíciles de distinguir. Tal era el caso de las orillas de las manos y ciertas articulaciones. «Notamos que no había mucha claridad en la cara y en las manos, así que el director técnico de articulaciones se puso a encontrar soluciones», platica la supervisora de animación, Jude Brownbill, «En un caso clásico del arte que reta a la tecnología necesitábamos darle una orilla clara a ciertas partes del cuerpo, así que se empezaron a dibujar a mano líneas blancas, que desaparecían o aparecían o cambiaban de grosor con cada expresión. Pero eso consumía mucho tiempo, así que los directores técnicos encontraron una forma de automatizarlo esto y anclar en el sofware solo las líneas que necesitábamos».
El universo que se mueve
Las almas que habitan en El Gran Antes, como le llaman en la película, no fueron los únicos personajes que cambiaron la forma de trabajo del equipo de arte y animación. Algo parecido sucedió con los consejeros o guardianes del seminario de almas. Se trata de seres cósmicos en 2D, que pueden convertirse prácticamente en lo que sea. «Tuvimos docenas de inspiraciones: esculturas, naturaleza y hasta la luz», comenta el supervisor de animación, Bobby Podesta. «El equipo de arte comenzó a explorar hasta llegar a un tipo de personaje que fuera reconocible pero lo suficientemente maleable como para tomar cualquier forma. Y ese personaje, créanlo o no, estaba formado por una sola línea. Solo que no cualquier línea: una línea viva».
Los consejeros fueron construidos entonces en la forma de esculturas de alambre, para que el equipo de artistas pudiera observarlos en distintos ángulos, posturas y con distintas expresiones. Los animadores, por otro lado, debían descubrir cómo se mueven esas líneas vivas: no podían tomar videos de referencia de ellos mismos actuando (algo que es común en su proceso creativo), ni tampoco observar a líneas de la vida real moviéndose de esa forma. «No animamos un modelo sino un diseño», afirma Podesta. «Una pieza de arte. Para lograrlo, tuvimos que apoyarnos en nuestra dimensión de artistas, para crear un performance visual. Esa combinación, de ser a veces tu propio actor, así como animador y artista, es lo que esta vez subió el nivel».
Bienvenidos a la previda
¿Cómo imaginar un lugar tan inalcanzable y ultraterreno como aquel en el que habitan las almas que nunca han pisado la Tierra? «No hay muchas tradiciones que hablen sobre la previda», platica Pete Docter. «Hay muchas que exploran lo que sucede después de la vida pero no lo que sucede antes y ahí el reto».
En un inicio, la inspiración para la dimensión de las almas nuevas fue la antigua Grecia. Sin embargo, el equipo pronto se dio cuenta de que debía tratarse de un lugar que no hiciera referencias ni guiños a ninguna cultura específica. En su lugar, se inspiraron en ferias mundiales del pasado para darle esa apariencia de universidad o lugar de conocimiento.
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«Animar un lugar así puede ser abrumador, pero lo primero que hacemos es establecer las reglas de ese mundo», cuenta Jude Brownbill. «Las almas nuevas por ejemplo, nunca han estado en la Tierra, por lo que nunca han estado sujetas a la gravedad. Ellas no sienten la necesidad de caminar y flotan. Todas son muy homogéneas. A diferencia de los mentores [almas de seres humanos fallecidos que ayudan a las nuevas a encontrar su «chispa»], que ya han vivido y por eso caminan más. Son abstracciones de quienes fueron en vida y tienen elementos que los identifican. El alma de Joe, por ejemplo, tiene sus lentes y su sombrero».
Para el equipo de artistas (storyboard artists, quienes «escriben» la historia en imágenes) era importante lograr una neutralidad en El Gran Antes, en donde no hubiera rastro de culturas, etnias, geografías ni racializaciones específicas. Nada que sea inherente a la vida en la Tierra. Es por eso que los ojos de las almas nuevas son morados, un color que no pertenece al mundo real. De acuerdo con Peter Docter, la ausencia de género también fue un tema que se debatió al interior de Pixar. Generalmente se refieren a 22 como una «ella», pero el director confiesa que eso probablemente sea solo porque Tina Fey le ha prestado voz: en Soul, el alma, el núcleo y esencia de cada persona, es neutro, el género en la película no es parte de lo que nos hace quienes somos.
«Fue un debate enorme. Logramos no tener pronombres en la película», nos comenta Docter (aunque, al verla, notamos un par en femenino («her») que se refieren a 22). «La idea es que estas almas no tuvieran género. No se sabe a dónde irán aún. Un poco se plantea esa idea cuando 22 habla de poder tomar la forma de quien quiera».
Otro debate filosófico importante al interior de Pixar se centró en determinismos. En la película, las almas nuevas encuentran su «chispa», su pasión, en el seminario de la previda. Algunas descubren un amor por la música, otras por el futbol, el arte, la ciencia, la danza, etc. Al tratar de construir una historia que explore el sentido de la vida y sobre cómo nacemos con cierta chispa predefinida, Docter y el equipo de artistas investigaron corrientes filosóficas como el esencialismo, que supone que la esencia de algo precede a su existencia. «Es una creencia muy occidental esto de que naces con lo que Dios te dio y entonces en tu trabajo lo único que haces es abrazar esa pasión y desarrollarla, pero luego están las personas que tiraron esa creencia por la borda», platica Docter. «La película argumenta ambas posturas. Pero sí fue una discusión interesante porque hay muchas veces en que creo en ambas. Hay personas que nacieron con tanto talento natural para algo que es frustrante, y también conozco a personas que han trabajado muy duro para llegar a un nivel con el que no nacieron».
Pete Docter ha dirigido algunas de las películas de Pixar más audaces en sus exploraciones visuales y temáticas: abordó temas como la vejez, el duelo y la muerte en Up: una aventura de altura y con Intensa-Mente llevó a la pantalla, con rostros y figuras, entidades tan abstractas como son los sentimientos. En ésta última, estrenada en 2015, Docter también exploró la misma pregunta que Soul pretende llevar a niveles espirituales: ¿por qué hacemos lo que hacemos? Sin embargo, cada que las similitudes entre ambas películas han sido señaladas por periodistas, Docter ha preferido hablar de la distancia entre ellas. «Pueden ser similares temáticamente, pero a nivel diseño son muy distintas», explica el director. «Estábamos muy conscientes de las similitudes al inicio y de hecho tratamos de empujar en contra de eso porque si algo no nos gusta es repetirnos. Son muy distintas en muchas cosas, pero es cierto que exploran temas parecidos.
Creo que en el fondo nos gusta mirar hacia nuestras propias vidas y preguntarnos sobre estos grandes misterios de la vida. Tuvimos oportunidad de hacerlo en Intensa-Mente y aún más en Soul.
¿Cuáles son las cualidades de la animación que le permiten abordar los grandes misterios vitales y ofrecernos nuevas perspectivas sobre ellos? De acuerdo con Pete Docter, el género parece tener alcances ilimitados:
«La animación puede llegar a lugares que otros medios, incluso hoy, no pueden tocar. Hoy tenemos todo tipo de gráficos por computadora con los que se puede mostrar casi todo, pero hay algo que yo siento un poco limitante –usaré esa palabra– en aquello de usar a actores reales. Porque eso programa a tu cerebro como espectador a esperar un tipo de interpretación y también un tipo de realidad. Mientras que en la animación puedes aceptar cosas como un hombre que pone a volar su casa con globos, o perros en aviones. Así que hay una libertad ahí, que además siento que aún estamos apenas empezando realmente a explorar, después de años de animación.
Y también creo que puedo hacer este tipo de cosas porque tenemos grandes profesionales en Pixar. Es como tener a los mejores músicos del planeta. Puedes aventarles cualquier pieza y la van a sacar adelante. Me quito el sombrero.
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Jessica Oliva Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.
