Spider-Man es la mejor película que James Cameron jamás hizo

Para muchos quizás es una historia desconocida que James Cameron tenía en sus planes hacer una película de Spider-Man. Tal proyecto debió suceder justo después de Terminator 2: el juicio final y antes de su obra maestra Titanic. Sin embargo, por increíble que parezca, las películas de superhéroes en aquel entonces no eran la moneda de cambio y Cameron tampoco era tan influyente como para cumplir sus deseos frente a los de cualquier estudio. 

James Cameron relató un poco sobre sus intenciones de realizar una película de Spider-Man en su nuevo libro Tech Noir: The Art of James Cameron. Dicha pieza literaria en realidad es una colección de sketches, notas, artes conceptuales y demás materiales visuales que el mismo Cameron desarrolló en el quehacer de sus filmes. El libro concluye con dos ilustraciones que el cineasta dibujó mientras desarrollaba su malograda película del trepamuros. 

No obstante, más allá de las imágenes lo más interesante del filme que no consiguió llevar a cabo, es su visión para contar la historia del personaje. Mientras que el libro no brinda muchos detalles sobre aquello, la publicación del mismo fue la razón de que le interrogarán sobre un proyecto que el mismo director llamó (vía) como «la más grande película de Spider-Man que jamás logré hacer». 

«Lo primero que tienes que pensar es que no es Spider-Man», explicó. «Se hace llamar Spider-Man, pero no es Spider-Man. Él es Spider-Kid. Él es Spider-High-School-Kid. Es un poco friki y nadie se fija en él y es socialmente impopular y todo eso».

Para Cameron la idea era aterrizar al personaje a la realidad y desarrollarlo como una suerte de «gran metáfora» de cómo sus poderes representaban “esa reserva de potencial sin explotar que las personas tienen y que no reconocen en sí mismas. Y también estaba en mi mente una metáfora de la pubertad y todos los cambios en tu cuerpo, tus ansiedades sobre la sociedad, sobre las expectativas de la sociedad, tus relaciones con el género de que te atrae y todas esas cosas».

A partir de allí fue que James Cameron sugirió uno de los cambios más grandes que tuvo Spider-Man. Para el director el personaje tendría que sufrir alteraciones biológicas y sus telarañas serían producto de sus cambios genéticos en lugar de algunos disparadores con tecnología artificial. 

«Quería hacer algo que tuviera una especie de realidad cruda», señaló. “Los superhéroes en general siempre me parecieron un poco extravagantes, y quería hacer algo que hubiera estado más en la línea de Terminator y Aliens., que acepta la realidad de inmediato. Entonces estás en un mundo real, no estás en una ciudad mítica de Gótica. O Superman y el Daily Planet y todo ese tipo de cosas, donde siempre se sintió muy metafórico y como un cuento de hadas. Quería que fuera Nueva York. Nieva. Un tipo es mordido por una araña. Se convierte en este niño con estos poderes y tiene la fantasía de ser Spider-Man, y hace este traje y es terrible, y luego tiene que mejorar el traje, y su gran problema es el maldito traje. Ese tipo de cosas. Quería aterrizarlo en la realidad y fundamentarlo en la experiencia humana universal. Creo que hubiera sido una película divertida de hacer».

James Cameron dijo que el primer movimiento que hizo fue consultar a Stan Lee para platicar algunas de sus ideas. «No hice ningún movimiento sin pedirle permiso». Pero todo fue en vano porque los derechos del arácnido nunca fueron conseguidos por Cameron ni por ningún estudio con el que el tuviera relación. Durante la década los ochenta los permisos los tuvo Cannon Films, aunque nunca hicieron nada con ellos. Cuando éste quebró Cameron convenció a Carolco (con quien había trabajado) de comprarlos, pero luego ellos también se fueron a la quiebra.

«De repente fue un balón libre», dijo Cameron. “Traté de que Fox lo comprara, pero aparentemente los derechos estaban un poco nublados y Sony tenía un apego muy cuestionable a ellos y Fox no iba a pelear por eso. [El ex presidente de Fox] Peter Chernin simplemente no lo haría. No quería meterse en una pelea legal. Y yo le decía ‘¿Estás bromeando? ¡Esta cosa podría valer, no sé, mil millones de dólares! 10 mil millones después … «.

Aunque la negativa de Fox quizás fueron los últimos clavos en la ataúd del proyecto, Cameron dijo que toda esta experiencia no fue en vano, pues le ayudó a concentrarse en realizar «lo suyo» en lugar de depender de los materiales de otros para poder hacer sus películas. 

“Tomé la decisión después de Titanic de simplemente seguir adelante y hacer mis propias cosas y no trabajar en la casa de la propiedad intelectual de otros. Así que creo que [su malograda Spider-Man] fue probablemente la patada en el trasero que necesitaba para ir a hacer mis propias cosas «.

Tech Noir: The Art of James Cameron también incluye miradas exhaustivas a otros proyectos no realizados por Cameron como su épica de ciencia ficción Xenogenesis y un poco más sobre las potenciales muchas secuelas que habrá sobre Avatar. El libro sale a la venta el próximo 14 de diciembre. 

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Luis Angel H Mora Mi relación más estable es con el cine, la fiesta y la música. Me encanta escribir sobre cine, conocer gente nueva y compartir ideas. Idealista en todo sentido, supongo que es mi rasgo acuariano de ascendente.