Toronto 2016: Amy Adams, Jake Gyllenhaal y los monstruos de Bayona
La doble jornada de Amy Adams y el mundo fantástico de J. A. Bayona.
Día 2 del Festival Internacional de Cine de Toronto y la mañana entera parece que estuvo dedicada a Amy Adams, ya que las dos primeras funciones realizadas en el Teatro Princess of Wales tuvieron a la pelirroja actriz como protagonista.
Primero se trató de la nueva película de Tom Ford, Nocturnal Animals, donde al lado de Jake Gyllenhaal nos llevan a conocer la historia de una curadora de arte y dueña de una galería enfrentando un segundo matrimonio que muestra señales de crisis, mientras que a través del libro por publicar que escribió y le hizo llegar su primer esposo (la ficción dentro de la ficción que nos va atrapando junto al personaje principal), se van revelando, en un juego entre imaginación, recuerdos y realidad, las insatisfacciones profundas de esta mujer.
Por supuesto, Ford no deja de aportar una estética muy particular, en buena parte reflejada en el mundo de arte y glamour en el que se desenvuelve el personaje de Amy Adams.
Siguió el turno de Arrival, de Denis Villeneuve, una exploración en los terrenos de la ciencia ficción de un primer encuentro con alienígenas. Pero lo que Villeneuve logra de la mano de Adams y Jeremy Renner es un ensayo fílmico que por lo mismo se asoma a los terrenos de la ciencia y la metafísica, que a lo emocional-sentimental en lo más profundo de la naturaleza humana. Un filme que pasea por las introspecciones de Solaris de Tarkovski, sobre las capacidades (o incapacidades) de los humanos para enfrentar situaciones donde la lógica y lo emocional parecen no poder conectarse y exigen un esfuerzo o sacrificio extra por parte de nosotros. En otras palabras, todo lo que Interstellar de Christopher Nolan buscaba provocar… y se quedaba corto.
Finalmente, otra de las películas a destacar de la segunda jornada fue la del español José Antonio Bayona, quien con A Monster Calls, nos lleva de paseo por una fábula infantil sobre el crecimiento, sobre un niño cuyas pesadillas son el camino a madurar, y lo difícil que es aprender que parte de la vida es dejar ir. Con Liam Neeson prestando su voz a un ‘monstruo’ que podría parecer el papá de Groot de Guardianes de la Galaxia, la película retrata con fidelidad e imaginación (sí, a la vez) la compleja experiencia de crecer, de ese momento en que se es muy grande para ser un niño, y muy chico para ser un hombre. Cuando imaginación, fantasía y realidad entran en choque directo para cerrar ese capítulo de nuestras vidas, pero en este caso, a través de la vida de este pre-adolescente que enfrenta una muy peculiar y difícil experiencia familiar.
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