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Cine

Tramposos con suerte – Crítica

22-04-2018, 2:28:53 PM Por:
Tramposos con suerte – Crítica

La falta de cuidado e interés por parte de la producción de la cinta es evidente desde el primer minuto de la historia.

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Desde el material promocional de Tramposos con suerte, uno puede darse una idea de la calidad del filme. Si bien es cierto que nunca hay que juzgar a un libro por su portada –o en este caso, a una película por su póster–, la falta de cuidado e interés por parte de la producción es visible en todos los aspectos del proyecto.

Tramposos con suerte cuenta la historia de Pepe (Osvaldo de León) y Paco (Guillermo Iván), dos amigos y actores frustrados que no han tenido las grandes oportunidades que ellos creen que merecen. Cansados de sus trabajos de medio tiempo, como barman y payaso de fiesta, ellos deciden usar su talento para ayudar a personas que se encuentran en situaciones incómodas. Para llevar a cabo sus estafas, reclutan a Sofía (Ana Layevska), una vieja amiga cuyos sueños de ser actriz también se vieron truncados cuando era joven y quien se une al proyecto con la intención de recordar sus mejores años.

La cinta, cuya estética remite a las películas que uno podía encontrar por accidente en un Videocentro o Blockbuster de la década de los 90, tiene un único destello de claridad en sus 87 minutos de duración con la pregunta que los protagonistas se plantean al inicio de la historia: ¿cuáles son los límites de la actuación y de las personas que se dedican a ello? Desgraciadamente, esta reflexión se queda en una línea más del guion, que nunca se explora y se disuelve en secuencias que parecen salidas de un programa nocturno de sketches de comedia y que, en conjunto, entregan al espectador una historia cuyo ritmo y edición son un desastre.

A lo largo de la cinta, el director Joel Núñez le pide a la audiencia que rellene los espacios en blanco que no se muestran en pantalla. Y aunque esto podría ser un ejercicio perfectamente aceptable en otra película, en Tramposos con suerte se siente como una consecuencia de un guion mal estructurado y una historia a la que le falta una gran parte de su desarrollo. Por decirlo de alguna manera, el filme tiene un inicio y un final, pero nunca un desarrollo del conflicto que nos quiere presentar. Incluso, hay tramas secundarias que inician y nunca terminan como, por ejemplo, la atracción no resuelta entre Sofía y Paco y los problemas que Paco tiene en la relación con su esposa.

La película también perpetúa un error que el cine mexicano ha cometido en sus últimos estrenos: el mal uso –y la mala dirección– que se le da a comediantes que se dedican al stand up dentro de un proyecto cinematográfico. Ya lo hemos visto en Una mujer sin filtro y La boda de Valentina, películas que, con el fin de atraer a la mayor cantidad de gente posible, venden un nombre que no tiene más de cinco minutos de participación en todo el proyecto. En Tramposos con suerte, es el comediante conocido como Manu Nna, quien recicla parte de su rutina presentada antes en su especial de Netflix –sólo que aquí de una manera forzada y sin gracia– y quien además entrega una aparición acartonada y totalmente fuera de lugar que nunca hace sentido con la historia de los personajes principales.

Tramposos con suerte es una comedia que no da risa y cuya manufactura sólo da poder a los prejuicios y a la mala reputación que existen contra este género en México.

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autor Soy fan de los slasher y me gustaría vivir en una película de terror. De grande quiero ser como Sidney Prescott. Algún día escribiré un best seller. Me gustan los libros, las series y obviamente, el cine.
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