Trolls 2 World Tour – Crítica de la película

¿Quién hubiera pensado que la película Trolls 2 World Tour se iba a convertir en un parteaguas para el posible futuro de los modelos de distribución en la industria del cine?

Trolls 2 World Tour fue la primera película en haber cambiado su estrategia por la pandemia y ser lanzada directamente en streaming finalmente llega a nuestro país. En México no tomaron el riesgo y decidieron esperar hasta la reapertura de los cines, lo cual también es una estrategia digna de discusión y crítica. Desafortunadamente, la historia alrededor de la película es más interesante y memorable que la cinta en sí misma.

Trolls 2 World Tour toma una lección del libro de las buenas secuelas y expande el mundo de la primera película. Poppy, Ramón y los demás Trolls descubren que no están solos. El mapa literalmente se hace más grande, ya que hay varios tipos de Trolls, cada uno representante de un tipo de música distinto. Barb, la reina de los Trolls del Rock, quiere eliminar el resto de la música y unir a todos los Trolls bajo el reinado de su género musical. Poppy y Ramón tratarán de detenerla.

Al igual que en la primera película, la música es un protagonista más. Ojalá abrazaran el hecho de hacer un musical completamente original. Las escenas con canciones de licencia son las que más hacen que esta franquicia se sienta como un producto corporativo y sin alma. Toda su originalidad se pierde y su sinceridad desaparece. Además, ni siquiera aportan algo nuevo como covers. Lo peor es que hay un par de canciones originales de calidad, pero la película prefiere esconderlas lo más posible en pro de monstruos como un remix de “Gangnam Style” y “Party Rock Anthem”.

La cinta tiene el gran mérito de tratar un tema que funciona en distintos niveles. La diversidad musical es una buena forma de aumentar la escala de la historia y permite profundizar tanto como uno quiera. Superficialmente, es fácil empatizar con una historia en la que la villana es una defensora insoportable de un género musical, alguien que no para de argumentar por qué su música es la mejor y la de otros es la peor. Pero evidentemente este planteamiento también es un pretexto para hablar de diversidad en general. Incluso hay un subtexto sorprendentemente maduro sobre el imperialismo, la soledad que lleva al racismo y la supresión de los hechos.

Justo cuando parece que Trolls 2 World Tour va a ser más que colores brillantes y canciones populares, se topa contra el techo por su falta de imaginación narrativa. Los temas ahí están, pero la película decide regresar a lugares comunes que hemos visto un millón de veces, incluso en Trolls. Lo peor llega cuando recicla casi por completo el clímax de la primera película. ¿Otra vez a explorar la relación entre Poppy y Ramón? ¿Otra vez a descubrir sus colores interiores? Para ser una película con una dirección de arte llena de imaginación, su estructura y su desarrollo es completamente lo contrario.

En lugar de ser una buena secuela, esta cinta se siente como una versión ligeramente mejor de la primera película. Es lo mismo, sólo que con una animación más detallada y un tratamiento más profundo de sus temas. Es suficiente, pero también decepcionante considerando su potencial. Su animación es encantadora y llena de diseños curiosos, sus canciones originales son pegajosas y buenos representantes de los géneros que retrata, y su profundidad temática es interesante. Ojalá su forma de contar su historia fuera igual de virtuosa.

Debido a la crisis sanitaria por COVID-19, en Cine PREMIERE te recomendamos revisar con las autoridades de salud las medidas sanitarias necesarias (especialmente el Lineamiento general para la mitigación y prevención de COVID-19 en espacios públicos cerrados) antes de acudir al cine a ver una película

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Sebastián Valencia Apasionado de la animación y el cine de romance. Mi director favorito es David Fincher. Y me gusta el rap.