WandaVision: el camino para avanzar es regresar – Crítica del Episodio 8

En la pasada aportación de WandaVision (puedes leer la crítica aquí) nos enteramos de que Agatha Harkness fue la responsable de ciertas cuestiones dentro del Hex, pero con el episodio número 8 de la serie, Marvel se aventuró al pasado de su propio universo para corregir algunas cuestiones y sembrar otras nuevas. Si bien esta nueva entrega recurrió en su totalidad a los flashbacks, el equipo de guionistas ha sabido aprovechar el recurso a su favor para construir el que quizá sea el capítulo más sustancioso y emocionante que ha tenido el show hasta el momento. 

Agatha es una bruja que remonta sus orígenes a Salem en 1693, mientras se convierte en la responsable de la destrucción de su propio aquelarre y de paso introduce una nueva dimensión de la hechicería para el Universo Cinematográfico de Marvel. Su misión en la actualidad es descubrir de dónde sacó Wanda Maximoff tanto poder para crear una comedia de situación en tiempo real con la ayuda de un pueblo entero. Para ello, gracias a un hechizo de memoria, acompaña a la protagonista al pasado para conocer aquellos puntos de inflexión que motivaron a Wanda a convertirse en el personaje que es hoy.

En un movimiento audaz e inesperado, la serie creada por Jac Schaeffer y dirigida por Matt Shakman, nos lleva a recorrer las etapas de duelo de Wanda. La modalidad del flashback, más que resultar en algo que explique de más, le brinda una dimensión completamente orgánica y emocional al personaje. Algo que hasta el momento sólo se conocía a través diálogos y pequeños momentos dentro de narrativas más grandes en donde otros Vengadores eran más importantes.

Además WandaVision se permitió explicar de manera gentil varios orígenes y de revelar todas aquellas series de las cuales tomó inspiración para crear su etapa como sitcom; una que ahora se percibe como lejana. Semana con semana fue la tarea de muchos descifrar los homenajes televisivos que desfilaron episodio tras episodio para tratar de entender en lo mínimo por qué la serie recurría a las comedias de situación. Sin embargo, llegados a este punto finalmente pudimos conocer el lazo especial que Wanda Maximoff comparte con shows como The Dick Van Dyke Show, Malcolm el de en medio o I Love Lucy, y la razón primordial para recurrir a ellos como un espacio de seguridad emocional.

Precisamente el episodio 8 de WandaVision quizá brilló por la ausencia de acción, pero sí resplandeció gracias a su gran dimensión emocional. Un arco emocional narrativo que comenzó su construcción desde hace más de cinco años con Avengers: Era de Ultron (2015) como punto de partida. Una vez más somos testigos del modus operandi de Marvel para desarrollar personajes a lo largo de una o más películas, algo que quizá desagrade a los puristas del guionismo, pero que resulta loable en cuestiones de planeación y temporalidad que existe entre un audiovisual y otro. Por no hablar de los diversos creativos detrás de cada uno.

No obstante, WandaVision se erige hasta el momento como aquella que con mayor valentía y decisión ha tomado como misión la presentación (por fin) de la Bruja Escarlata tal y cómo se merece. Aunque a simple vista pudiera parecer que este episodio de flashbacks sirve para explicar los misterios que nos ha presentado la serie hasta el momento, en realidad se trata sobre darle la bienvenida definitiva al personaje interpretado por Elizabeth Olsen con todos sus detalles y características distintivas de las tiras cómicas.

Es por ello que –SPOILER– por primera vez se usa el seudónimo de Scarlet Witch de una forma explícita y con explicación de fondo. Al mismo tiempo la palabra «Hex» que hasta el momento ha sido utilizada para definir la anomalía al interior de WestView -cortesía de Darcy Lewis- ahora cobra forma como el adjetivo que nombra a los hechizos de Wanda tal y como se hace en los cómics. Dicha escena en la que Agatha instruye a Maximoff, y al espectador, con respecto a la palabra Hex, también sirve para corregir el origen de Wanda como lo conocíamos hasta el momento.

Con anterioridad sabíamos que Wanda habría obtenido sus poderes de la gema del infinito como resultado de los experimentos de Hydra. Sin embargo, ahora se propone que el personaje tenía la predisposición a ellos desde su nacimiento y la gema no hizo más que despertar e intensificar un elemento que ya se encontraba dentro de ella. Y es así que el uso de un guiño sirve para tres cuestiones fundamentalmente diferentes: hablar de las historias originales de los cómics, corregir la historia del personaje y al mismo tiempo impulsar el avance de la narrativa de la serie.

Nada de las ambiciones anteriores se verían realizadas en la pantalla sin la presencia de una Elizabeth Olsen que poco a poco ha demostrado su enorme dominio del personaje. Hasta este momento nadie dudaba de su capacidad actoral, pero su conversión en La Bruja Escarlata es sin duda uno de sus trabajos más logrados en la pantalla. Para prueba no sólo aquellos grandes momentos de ofuscación del personaje, sino sobre todo los matices en donde sus gesticulaciones más sutiles son capaces de revelar su duelo, inseguridad y la inminente oscuridad que existe dentro de ella a partir del dolor.

Como un plus oficial, a pesar de que WandaVision ha dejado atrás su etapa de las sitcoms, de cualquier forma encontró con el episodio 8 el tiempo, dentro de tanto desarrollo de personajes, referencias y setups útiles a futuro, de hacer una referencia más a la época televisiva de antaño. Para una pequeña Wanda sokoviana, el episodio favorito de The Dick Van Dyke Show es el número 20 de la segunda temporada llamado It May Look Like a Walnut. El argumento de aquel versa sobre la pérdida de la realidad, mientras el personaje central descubre que las personas a su alrededor no son lo que aparentan. Terror, ciencia ficción y comedia se entrelazan en un capítulo-atípico, incómodo y con una atmósfera similar a The Twilight Zone– emitido en 1963 que casi 60 años más tarde obtuvo su más grande homenaje en la totalidad de una serie de la casa Marvel.

La casa de las ideas, a punto de cerrar definitivamente su primera aportación para la televisión, ha demostrado incansablemente su sólido dominio en la estructura y desarrollo de cada uno de sus personajes. Y al mismo tiempo ha hecho gala de traspasar sus historias a la pantalla chica con la misma efectividad de siempre, respetando los esquemas del formato televisivo. Quizá WandaVision podría ser percibida a simple vista como una simple serie de cómics, pero en realidad es un nuevo logro para Marvel. Algo que, para estas alturas, difícilmente se verá truncado a la llegada de su episodio final.

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Luis Angel H Mora Mi relación más estable es con el cine, la fiesta y la música. Me encanta escribir sobre cine, conocer gente nueva y compartir ideas. Idealista en todo sentido, supongo que es mi rasgo acuariano de ascendente.