Yermo – Crítica de la película de Everardo González

Yermo, la nueva película de Everardo González, llega a los cines de México después de un exitoso paso por festivales realizados de forma virtual. Aquí nuestra crítica de la cinta estrenada en el festival Ambulante 2020.

Un viento que nos silba sigilosamente al oído acompaña la inmensidad del desierto. Una llanura cubierta de nieve que ha atrapado para siempre los restos de un avión accidentado. Una tormenta de arena que nos nubla la vista y nos deja en claro que este lugar es imposible de habitar. Pero aquí y allá, como en todos lados, nada es lo que parece. Y por más yermo que se vea el panorama, siempre habrá la esperanza de que algo florecerá. 

Luego del documental La libertad del diablo, el documentalista Everardo González nos transporta a algunos de los desiertos más salvajes del mundo. Enmarcada por hermosos paisajes, Yermo, su nueva película, se convierte en un viaje que va más allá de la geografía. En él logra mostrarnos el corazón y las similitudes que compartimos con quienes vemos en la pantalla.  

Filmada en los desiertos de Perú, Marruecos, India, México e Islandia, la película Yermo transforma la barrera del idioma en su hilo conductor. La imposibilidad de comunicarse con sus interlocutores provocó que el cineasta creara una cinta sobre cómo nos ven aquellos que están acostumbrados a ser filmados. 

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Ahí, Yermo nos habla de las distintas perspectivas con las que se mira el mundo a sí mismo. A algunos les fascina ver a alguien con taparrabos o viviendo en chozas cubiertas de paja. Pero para otros resulta más cautivador observar a quienes visten pantalón de mezclilla y se cubren del sol con lentes oscuros. 

Aquí oímos voces que, confiadas en la “protección” otorgada por la barrera del idioma, se ríen de quienes se han acercado a ellos con una cámara en las manos. De pronto, aquellos que danzan desnudos en el árido desierto, que portan peculiares trajes folclóricos o que montan un camello para transportarse de un lugar a otro, convierten en “los exóticos” a los que se han autoproclamado como personas civilizadas.  

De forma curiosa, entre esas diferencias, se encuentran alojadas las semejanzas que nos unen con quienes habitan a miles de kilómetros de distancia. Escuchamos a una mujer nómada que, desde el desierto de Gobi, en Mongolia, nos dice que su mayor sueño sería conocer tierras lejanas. Yermo se convierte inevitablemente en una ventana al mundo que llegó a nosotros cuando más lo necesitábamos.   

En los momentos más adversos –y de mayor temor– de la pandemia, Yermo llegó a nuestros hogares a través del festival Ambulante 2020. Cuando la desesperanza y el encierro nos asfixiaba más que nunca, el responsable de cintas como Los ladrones viejos o La canción del pulque nos dio un poco de aire con su nueva película. 

Razón tendrán aquellos que afirmen que una obra cinematográfica no debe ser afectada por la realidad que la rodea. Pero más razón tendrán quienes crean lo contrario. Una película, o cualquier expresión artística, siempre será enaltecida –o destruida– por el mundo a su alrededor. Yermo se logra convertir en nuestros ojos y en ese cine que, desde la pantalla, nos permite respirar. 

Debido a la crisis sanitaria por COVID-19, en Cine PREMIERE te recomendamos revisar con las autoridades de salud las medidas sanitarias necesarias (especialmente el Lineamiento general para la mitigación y prevención de COVID-19 en espacios públicos cerrados) antes de acudir al cine a ver una película.

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Arturo Magaña Arce Apasionado de ver, escribir, leer, investigar y hablar sobre cine en todas sus formas. Soy fan de Star Wars, me sé de memoria todos los capítulos de Friends y si me preguntan de cine mexicano, no hay quien me calle. Editor en Cine PREMIERE.