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Cine

Yo Fausto: Una transformación escalofriante

30-11-2020, 2:28:21 PM Por:
Yo Fausto: Una transformación escalofriante

Hablamos con Julio Berthely, director de Yo Fausto, sobre cómo escribir un personaje oscuro y cómo perseguir tus sueños artísticos.

Yo Fausto es un estudio de personaje dirigido por Julio Berthely, en donde el protagonista se ve obligado a abandonar sus sueños de fotógrafo en Barcelona después del embarazo de su novia Carmen. Regresa a México y es diagnosticado con esquizofrenia. Hablamos con Julio sobre la producción de la película –presentada en la pasada edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara–, la experiencia de grabar en España y sus influencias.

No olvides también ver el video, en donde exploramos la transformación de Fausto y discutimos el balance entre seguir tus sueños y asumir tus responsabilidades.

¿Cómo te sentiste en la transición para dirigir tu primera película?

Fue una aventura muy grande. Yo no tenía muy claro en un principio lo intensa que iba a ser la aventura de Yo Fausto. Soy muy de respetar los procesos, en el sentido de que quise hacer este largometraje en el momento en el que yo ya me sentía seguro de hacer un largometraje. Justamente, como dices, después de haber hecho varios cortos y haber dirigido muchísimas cosas salvo una película, dije “ya, llegó el momento”. Para mí escribir es un proceso que me cuesta trabajo en muchos sentidos y eso es un poco irónico, porque en gran parte vivo de eso, también como guionista. Pero cuando son proyectos personales, me cuesta mucho enfrentarme a la página en blanco. Me tardé dos años en escribir el guion, desde la primera idea hasta que ya fue el guion que se filmó. Y es un proceso muy tortuoso en muchos sentidos, a veces lo disfrutas, a veces lo odias, a veces estás contento, a veces no te gusta nada de lo que estás escribiendo.

Hasta que llegó el momento del rodaje y ya una vez rodando, la verdad es que siempre me sentí muy cómodo, porque me sentí abrazado por el crew y los actores. Fue una ópera prima que tuvo ángel en muchos sentidos, porque la gente que estaba involucrada lo hizo por gusto al proyecto y por la pasión que querían imprimirle, porque a fin de cuentas era un proyecto de muy bajo presupuesto, sin estímulos, totalmente independiente. Estaban los que querían y tenían que estar, y eso a mí me dio mucha seguridad al momento de abordar la filmación.

El actor Christian Vázquez interpreta a Fausto, un joven que huye a Barcelona, donde se enamora de Carmen, una aspirante a modelo.

¿En qué momento tomaste la decisión de contar la historia en desorden? ¿Lo contemplaste así desde el guion o fue algo que descubriste en la edición?

Fue completamente desde el guion, eso siempre lo tuve muy claro. Yo quería de alguna manera que la cuestión narrativa también fuera de la mano con la fragmentación de pensamiento de Fausto. Es una lectura ya un poco más profunda, pero lo que quería es que la manera de contar el cuento fuera de la mano de esta cabeza tan dividida y tan saltante en emociones y en ideas. Aunque la película la pude haber contado de manera lineal, yo quería tener esta fragmentación dependiendo de los estados de ánimo de Fausto. Y eso viene desde el guion.

Algo muy interesante es la forma en la que la fotografía cambia dependiendo el estado mental de Fausto. ¿Cuáles fueron tus inspiraciones detrás de eso?

Platicando con el fotógrafo, le transmití que para mí era muy importante que la cámara también fungiera como un elemento más dramático, como si fuera un personaje también, que también tuviera una función dramática en la película. Entonces decidimos que dependiendo el estado de ánimo del personaje y de lo que estuviera pasando es como iba a reaccionar la cámara. Y así fuimos poco a poco desmenuzando las texturas y temperaturas que íbamos a utilizar, y el movimiento sobre todo, cómo iba a ser la narrativa visual, que está ligada totalmente con la cuestión emocional de la película.

Más allá de eso, si hablamos de influencias, no es que sean directamente conscientes. Nunca hice un plano pensando “ah, quiero hacer un plano como tal director o película”. Pero sí es notorio que el cine que yo consumo, que me gusta, de directores como Haneke, como Von Trier, que gustan de un cine más visceral y en donde la cámara también juega con ese tipo de dramatismo.

¿Por qué escogiste Barcelona para la película y como fue el rodaje ahí?

La decisión de Barcelona la tomé desde el guion porque en este ímpetu que Fausto tenía de alejarse de su familia, de alejarse del entorno en el que vivía y de buscar un sueño específicamente artístico, para mí era muy importante utilizar una ciudad que fuera como alguna cuna cultural del mundo. Entonces las opciones eran París, Londres, Berlín, etc. El punto es que para no meterme en temas de idiomas, para no hacerla más compleja incorporando otro idioma a la película, dije “no, que se vaya a España”. Y ya en España, Barcelona para mí representa esa cuna cultural, estética y artística.

Ya cuando entrego el guion y los productores ven Barcelona, y con lo que te contaba que era una película muy sacrificada en ciertas cosas, obviamente fue lo primero que me dijeron que no. Fue como de “mano, está padre, pero pues no. Que se vaya a Hidalgo, a San Miguel de Allende” [ríe]. Entonces pues fue un proceso pequeñito de estire y afloja, y de yo presentar mis argumentos de por qué Barcelona, porque creo que sí era importantísimo que él se fuera lo más lejos posible. Me compraron la idea, hicieron lo que tuvieron que hacer en el presupuesto y pudimos irnos toda una semana a filmar allá.

La verdad es que el rodaje allá nos fue muy bien. Corrimos con mucha suerte, porque por las condiciones de las películas el margen de error era mínimo. Hicimos toda la preproducción de Barcelona a distancia, porque no había dinero para ir y hacer scoutings. Entonces, toda la preproducción fue a distancia, para llegar con pincitias, saber en qué momento tienes que hacer qué, en qué momento tienes que estar en dónde. Y fuimos muy afortunados de que todo salió perfecto, fue como relojito todo. Digo, problemas en algún momento con exceso de turistas en ciertos lugares que teníamos que controlar, pero nada que fuera un verdadero problema.

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autor Apasionado de la animación y el cine de romance. Mi director favorito es David Fincher. Y me gusta el rap.
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