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Cine

Tempestad

17-05-2017, 9:20:00 AM Por:
Tempestad

Ganador de tres premios Ariel y nominado a Mejor película, el documental de Tatiana Huezo es un relato emotivo y desgarrador.

Cine PREMIERE: 5
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Hay golpes en la vida que parecen mortales y que te dan la sensación de que todo ha terminado. ¿Cómo se renace de las cenizas? ¿Hay alguna forma en la que se es capaz de sobrevivir a una interminable ola de dolor y desesperación? ¿De dónde se saca la fortaleza para intentar salir de una oscuridad infinita?

A lo largo de su corta pero destacada trayectoria, Tatiana Huezo nos ha sorprendido con su cine emotivo y desgarrador. Luego de El lugar más pequeño y el cortometraje Ausencias –ambos documentales ganadores del Ariel–, la cineasta mexicana de origen salvadoreño presenta en Tempestad la historia de Miriam y Adela, dos mujeres que han sido víctimas de la violencia y la impunidad que impera en el país.

A Miriam la detuvieron injustamente y la llevaron a la violenta ciudad de Matamoros, Tamaulipas, donde se le encarceló por tráfico de personas, un crimen que no cometió. Adela, por su parte, es una mujer payaso a la que hace una década le robaron a su hija. Ella ha invertido su tiempo en encontrarla, sin importar que esa búsqueda le cueste la vida. A ambas, les arrebataron todo: su libertad, su tranquilidad, su vida entera. Pero al mismo tiempo las despojaron del miedo a luchar y a alzar la voz.

Su valentía resulta esperanzadora; y se convierte en la virtud más grande de la cinta. Las voces, los sonidos, los encuadres y un poderoso score –a cargo de los talentosos Leonardo Heiblum y Jacobo Lieberman– hacen de Tempestad un documental muy necesario en estos tiempos de oscuridad en México.

Tempestad

En el caso de Adela, por ejemplo, conocemos a una mujer que puede pasar de un segundo a otro de una risa interminable al llanto más doloroso. El fantasma de su hija sigue ahí, como el de muchos desaparecidos en nuestro país. Y ella se encarga de dar una de las secuencias más entrañables de toda la cinta, en la que se le ve completamente maquillada como payaso, mirando al suelo y respirando profundamente para tratar de ocultar su tristeza y salir a dar una función.

A Miriam, en contraste, nunca la vemos en pantalla; sólo escuchamos su voz. Y su “ausencia” se convierte en uno de los puntos más interesantes de la cinta. Su rostro es sustituido por una prodigiosa fotografía de Ernesto Pardo que nos hace imaginar que Miriam puede ser cualquiera de nosotros. Es interesante saber que Tempestad surgió de la estrecha relación entre Miriam con la cineasta y el dolor que provocó en Tatiana lo que su amiga tuvo que sufrir. Es así como la voz de Miriam apareciendo a lo largo del documental provoca que nosotros seamos parte de su larga travesía y que nos preguntemos cómo diablos pudo sobrevivir a tanto dolor.

Si bien estamos ante un documental con un alto nivel de violencia, jamás vemos alguna imagen explícita, ya que su dureza se encuentra en todas esas secuencias capturadas por la lente de Ernesto. Él logra ilustrar, por ejemplo, la desesperación de una mujer que corre aterrada sin rumbo con imágenes de árboles y plantas siendo azotadas por un feroz viento; el nerviosismo causado al ser detenido por un retén militar; o la forma en la que Miriam nos narra el horror de su estadía en una prisión operada por el crímen organizado mientras vemos escenas filmadas en la normalidad de un mercado que se asemejan al enorme mundo de corrupción y hostilidad al interior de dicha cárcel.

Así, Tempestad destaca por una narrativa que presenta ambos relatos de una forma simétrica, que van coincidiendo en algunas situaciones pero que se encuentran en un punto tan impactante y estremecedor que, como espectador, te desgarran el alma.

Es ahí donde Miriam y Adela se convierten en cualquier persona en este país que está atravesando por una historia similar. Y nosotros, con el corazón apachurrado, no nos queda de otra más que comprender y sentir una empatía mayor por ellas; por aquellas personas que lo han perdido todo y que, sin embargo, no descansan –ni descansarán nunca– por conseguir lo que es justo para todos nosotros: un país sin violencia, con justicia, con libertad…

Tempestad

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autor Apasionado de ver, escribir, leer, investigar y hablar sobre cine en todas sus formas. Soy fan de Star Wars, me sé de memoria todos los capítulos de Friends y si me preguntan de cine mexicano, no hay quien me calle. Editor en Cine PREMIERE.
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