10 cosas ridículas que hay en el cinturón de Batman (y que no conocías)
¡Santos Baticinturones!
Con 80 años de existencia en la cultura pop, Batman se ha colocado entre los superhéroes más populares no sólo por su historia de origen, su inteligencia, su humanidad o su galería de villanos, sino también por elementos como su traje y el cinturón de herramientas que lo acompañan. Si bien la pistola de grappling, las granadas y los batarangs son de los gadgets más famosos y utilizados por el encapotado para enfrentar las amenazas y peligros que rodean Ciudad Gótica, es momento de echar un vistazo y hurgar más a fondo en las 10 cosas más ridículas que hay en el cinturón de Batman. Encontraremos artilugios bastante raros y ridículos.
¡Santos Baticinturones!… ¿Sabían de la existencia de todos ellos?
Bat-tarjeta de crédito
Si como Bruce Wayne puede gastar todo el dinero del mundo, obviamente como Batman puede hacer lo mismo. Y así nos lo demostraron –ridículamente– en Batman & Robin (1997) con la famosa Batcard, la cual contempla un gran beneficio especial: puedes usarla “por siempre” porque no tiene fecha de caducidad.
Repelente de tiburones
Otra herramienta muy útil, heredada del Batman de Adam West –aunque también de algunos cómics–, es el repelente para tiburones. Estos aerosoles aparecieron específicamente en la película Batman (1966), donde Robin pilotea el Batcopter sobre el océano, mientras el murciélago cuelga de una escalera. De repente, un feroz tiburón intenta morder a nuestro héroe, pero éste utiliza el repelente para alejarlo. Y hablando de utensilios acuáticos, cabría mencionar en este apartado algo mucho más provechoso, como el minitanque de oxígeno que permite respirar bajo el agua. Su ventaja es que es muy pequeño y cabe bien en el cinturón.
Anillo de Kryptonita
Porque nunca se sabe cuándo el Hombre de Acero puede perder la cabeza, Batman se anticipa a esto al llevar consigo un anillo de Kryptonita. En caso de emergencia también podría usarlo contra el General Zod porque uno tampoco sabe cuándo puedan escapar de la Zona Fantasma. Cabe decir que este artilugio para manos resulta el menos risible dentro de esta lista.
Crayolas
En una ocasión, Batman y Robin se metieron en serios problemas cuando se enfrentaron a un grupo de villanos. El héroe encapotado terminó atrapado a bordo de un tren fuera de control, que estaba a punto de causar un accidente en una intersección concurrida. Para evitarlo, Batman saco de su cinturón unas crayolas o lápices de colores para dibujar una señal de “STOP”. La historia forma parte del cómic Batman #149.
Granadas pegajosas
Aunque las granadas son de las armas más utilizadas por Batman, hubo una vez en el videojuego Batman: Arkham Origins que nuestro héroe efectuó una misión con granadas pegajosas al explorar el nivel Steel Mill. Si bien las usó con buenos resultados sobre diversos criminales y contra el villano Luciérnaga, honestamente, y para que fueran armas eficientes en el día a día, el pegamento tendría que ser lo suficientemente potente para causarle un daño mayor a sus enemigos (como las granadas de fuego) y no únicamente una herramienta que paraliza hasta que llegue la policía.
Pañuelo para la nariz
Si pensábamos que Batman no podría “pescar” alguna gripe o resfriado, estábamos equivocados. Sin Alfred siguiéndolo a todos lados, es necesario que el Hombre Murciélago cargue con su pañuelo para limpiarse la nariz. Aquí conviene preguntarnos si lava el pequeño trozo de tela con frecuencia. Cabe señalar que esta herramienta fue una invención más de aquel Batman clásico de la década de los 60.
Colmillos de vampiro falsos
El Hombre Murciélago bien podría ser el Hombre Vampiro en un universo alterno: quizás como el de la película Liga de la Justicia: Dioses y monstruos (2015). Sin embargo, en otro universo alterno intentó serlo para hacerle frente a sus enemigos. Resulta que el cómic Batman: Year 100 (2006) de Paul Pope muestra una Ciudad Gótica posapocalíptica en el año 2039. Sus habitantes no saben si el Batman que vigila sus calles es Bruce Wayne u otro individuo, pero lo que llama la atención de este sujeto es que a veces se saca de la manga una singular máscara / dentadura postiza compuesta de colmillos que le otorgan un aspecto entre aterrador y ridículo.
Batirrepelente de mujeres malvadas
Allá por el 2003, Batman y Planetary realizaron un crossover titulado Night on Earth, cuyo argumento presentaba a una organización criminal que alteraba el multiverso y con ello juntaba a varios Batmans de diferentes universos. Obviamente, uno de esos Hombres Murciélago era la versión clásica de los años 60, quien durante su enfrentamiento con Jakita Wagner decidió rociarla de su “Batirrepelente de mujeres malvadas” para escapar. ¿Y qué tal hubiera servido con Hiedra Venenosa, Talia Al Ghul o Harley Quinn?
Batipatines de cohete
Obviamente, al no poseer la supervelocidad de Flash, Batman y Robin tenían que ingeniárselas cuando las persecuciones se ponían rudas. Por eso, nada mejor que unos Batipatines para corretear a tus enemigos. Sin embargo, esta herramienta con llantitas resultaba poco práctica, pues para impulsarlos, el Caballero Oscuro debía sacar los cohetes de su cinturón y, posteriormente, anclarlos. Lo bueno fue que con el paso del tiempo obtuvo el batimóvil y demás vehículos.
Sable de luz
La serie animada de televisión Batman: The Brave and the Bold (2008) significó el regreso de la Era de Oro y la Era de Plata de DC Comics, acompañada de evidentes referencias al Batman de Adam West, convirtiéndola en una caricatura mucho más ligera y con sentido del humor. Por ende, no es de extrañarse que mientras el encapotado luchaba contra el crimen –y de acuerdo con las necesidades de pelea–, presumiera una hebilla de cinturón que se transforma en un sable de luz azul –muy al estilo de Star Wars–. En realidad, a Batman ya lo hemos visto utilizar espadas, como en Batman Ninja (2018) o Batman inicia (2005), durante su entrenamiento con Ra's al Ghul.
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Brenda Medel Me encanta ver, hablar, escribir y soñar sobre cine. Mi serie favorita se llama 'La dimensión desconocida'. Siempre estoy cantando. Todo el día pienso en comida. Y no me quito mis gafas de sol ni para dormir.
