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Don Mancini y Chucky: amigos hasta el final

18-11-2021, 5:51:55 PM Por:
Don Mancini y Chucky: amigos hasta el final

El creador del muñeco más célebre del cine de terror no puede dejar de agradecerle a quien, después de todo, quizá sea el mejor amigo que haya tenido.

Dicen por ahí que el cine de terror prospera en tiempos de crisis. Y, como creador de una de las franquicias más exitosas en la historia del género, a Don Mancini no se le escapa lo significativo que es que Chucky, la serie de televisión, se estrenara a la par de Halloween Kills y poco después de Candyman, herederas ambas de dos de los clásicos más grandes del terror fílmico. “Sería emocionante incluso si no tuviera nada que ver con Chucky,” confiesa el cineasta, fanático del horror desde su infancia y para quien estamos viviendo el mejor momento para el slasher desde los 80.

La prueba misma es la serie, estrenada en la plataforma Star Plus, que se convirtió en uno de los contenidos en streaming más comentados en las últimas semanas. ¿Qué nos hace volver a estos ídolos del pasado?. “Creo que es muy humano y natural mirar atrás, a tiempos que parecen más inocentes, menos complicados”, dice Don Mancini, en referencia a la pandemia. “Y creo que la gente está muy receptiva a volver a esos villanos de su infancia. Tal vez nos da una sensación de control”.

“Pero esos villanos… ¡crecimos con ellos! De alguna manera, son nuestros amigos”, agrega.

La nueva serie Chucky, creada por Don Mancini.

Y vaya que Chucky ha sido un buen amigo para él. Nacido como George Donald Mancini en 1963, Don se inspiró lo mismo en cintas como Trilogy of Terror (1975) y el episodio “Living Doll» de The Twilight Zone, que en Freddy Krueger y la histeria en torno a los Cabbage Patch Kids. Actualizó así la premisa del “muñeco asesino”, ese inocente compañero de aventuras que resulta monstruoso y que no se había hecho aún entonces, en plena era de los animatrónicos. “Ha estado conmigo la mayor parte de mi vida ahora,” dice el director y guionista. “Y no me siento como una víctima o agobiado por la interminable presencia de Chucky en mi vida. Como un fanático del terror de toda la vida, me siento extremadamente agradecido con los fans que han abrazado al personaje, y han ayudado a asegurar su longevidad.”

Como fan, Mancini sabe bien lo que personajes como Michael Myers y Freddy significan para sus seguidores. “Escribí la primera película cuando estaba en la universidad y soñaba con que mi personaje se uniera a las filas de esos villanos del terror que tanto amaba. Pero no pensé que realmente sucedería».

Su guion, sin embargo, llamó la atención del presidente de United Artists, quien vio el potencial de una franquicia en él, y Tom Holland dirigió, en palabras de Mancini, una gran primera película a partir de él. Aun así, la historia de cómo Chucky cobró vida resulta tan increíble como un muñeco que habla.

En las buenas y en las malas

Ya desde El hombre de arena, inquietante relato de E.T.A. Hoffmann en el que el estudiante Nataniel se enamora de Olimpia, una muñeca autómata, y desde la Galatea de Pigmalión hasta Pinocchio, el del muñeco que cobra vida ha sido no sólo uno de los tropos más populares del horror, sino la definición misma de lo siniestro, eso que Sigmund Freud sugiere se da cuando una fantasía, un deseo oculto y velado, se produce en la realidad. Así, sea por medio de la magia o la posesión, películas como The Devil-Doll (1936) y hasta la saga de Annabelle dan cuenta de la inquietud que muñecas y títeres producen en nosotros: de nuevo, según Freud, la duda de que un ser aparentemente animado sea en efecto viviente, o de que un objeto sin vida esté de alguna forma animado y la realización absoluta de ese deseo.

Dirigida y coescrita por Tom Holland (no ESE Tom Holland, sino el director y guionista estadounidense), Child’s Play (1988) cuenta la historia del pequeño Andy Barclay, un niño cuya madre le regala de cumpleaños uno de los populares muñecos Good Guy sin saber que éste se encuentra poseído por el espíritu de Charles Lee Ray, un asesino serial que ha echado mano de un ritual vudú para transferir su alma al muñeco. Es interpretado por Brad Dourif, también voz de Chucky.  El padre de Don trabajaba a mediados de la década de 1980 en la industria de la publicidad, y el entonces estudiante de cine en UCLA pensó en escribir una sátira sobre cómo la mercadotecnia afectaba a los niños.

Aunque en un inicio fue concebido como Batteries Not Included, el título del guion cambió a Blood Buddy cuando Mancini se enteró de que se estaba haciendo una película con el mismo nombre. La complicada relación de Mancini con su padre lo inclinó a centrar el guion en un hijo de una madre soltera y carente de figura paterna. Junto con Kevin Williamson y Clive Barker, Don Mancini es uno de los pocos creadores abiertamente homosexuales en el género y el slasher en particular, aunque no sería sino hasta que escribió Bride of Chucky (1998) que la alienación que había experimentado de joven habría de expresarse al fin en un personaje: Glen… o Glenda, más bien. Solo entonces dicha sensibilidad genuinamente queer se empezó a manifestar de manera consciente en la franquicia, en la que el casting de Jennifer Tilly, Alexis Arquette e, incluso, el de John Ritter revelaban ya sus propias conexiones con la cultura gay.

Mancini ha escrito las siete películas de la serie y dirigido las últimas tres, lo que no sólo le ha permitido tener un control inusual en este tipo de franquicias, sino también reinventarlo y mantenerlo fresco a lo largo de los años. “Y creo que esa es una de las razones por las que se ha mantenido relevante y ha tenido algo de longevidad en el zeitgeist”, confiesa. “Empezamos en el género slasher, y con Bride of Chucky lo convertimos en una comedia”.

Fue en ese género en el que el cineasta situó también Seed of Chucky en 2004 y con Curse of Chucky (2013) entraría de lleno al reino del horror gótico. Para cuando ocurrió el estreno directo a video de Cult of Chucky, en 2017, la franquicia incluía ya seis secuelas, cómics, juguetes y figuras de colección, además de un remake sólo en nombre, que no tuvo nada que ver con Mancini, ni tampoco –de acuerdo con los fanáticos– con Chucky, en realidad.

Televisión y amistades largas

Mancini admite que si bien una parte de él se identifica con Andy, con su soledad y su necesidad de tener un amigo especial, también lo hace con el espíritu anárquico de Chucky, atractivo especialmente para alguien que atraviesa su adolescencia. Hay algo liberador en eso de ser un muñeco y, para él, si la serie sigue siendo relevante es porque, a pesar de ser el mismo personaje, Chucky llena una necesidad diferente en cada entrega. “Creo que para cualquiera que esté haciendo una historia de terror en cualquier medio es que tiene que ser sobre algo. Tienes que encontrar una metáfora”, revela su creador.

En el caso de la nueva serie, la intención es utilizar a Chucky como metáfora del bullying, una problemática que Mancini conoce bien. “Soy muy consciente de estarles “pintando dedo” a mis bullies de la escuela secundaria”, dice riendo.

Secuela de Cult of Chucky, la producción gira en torno a Jake Wheeler, un adolescente que encuentra a Chucky en una venta de garaje, y que deberá enfrentar la asesina influencia del muñeco en esa edad en que está dando sus primeros pasos hacia la edad adulta: para Mancini, un momento interesante pero aterrador. Jake quiere ser artista pero su padre no lo apoya, como no acepta tampoco que su hijo sea gay.

“Estás tratando de descubrir quién eres, y qué quieres hacer con tu vida”, reflexiona el cineasta. “Creo que la serie me dio la oportunidad de brindarles a los jóvenes queer entre los fans un punto de representación e identificación que no tenía cuando era un fanático del terror de 14 años a finales de los 70, principios de los 80”.

Así, el idílico pueblo de Hackensack se convierte en escenario de una serie de asesinatos que, a su vez, habrán de exponer la hipocresía y los secretos de la ciudad. Y si bien Chucky ha probado ya que funciona en diferentes géneros, Mancini espera que pueda funcionar también en diferentes medios. “Es un tipo de narrativa completamente diferente al de una película”, dice, refiriéndose a la televisión de formato largo, en la que se escribe más en función de los personajes que de la trama, y en la que la extensión permite centrarse más en las relaciones entre estos. “Fue una oportunidad perfecta para profundizar en la historia de origen de Charles Lee Ray, que es algo que los fanáticos han querido ver durante décadas”, agrega. “¿Por qué se convirtió en asesino, y quien fue su primer asesinato? ¿Cómo se conocieron él y Tiffany?”.

Con planes para continuar con la serie de películas, parece que hay Chucky para rato. “Nuestra esperanza es crear un multiverso a través de diferentes medios», concluye Mancini. «Esperamos ayudar a Chucky a dominar el mundo”.

Después de todo, ¿quién mejor que su amigo para hacerlo?

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autor Periodista y cineasta, es colaborador de Cine PREMIERE desde el año 2002, conductor de Horroris Causa en UAM Radio 94.1 FM y miembro del equipo de Mórbido: Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror. Actualmente imparte las materias de Narrativa, Guionismo y Géneros Cinematográficos en SAE Institute Mexico, así como talleres de guion para cortometraje.
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