Historias de ultratumba (Ghost Stories) – Crítica

A primera vista, Historias de ultratumba puede parecer una película más del género de terror. El suspenso inicia con sustos fáciles y espíritus que visualmente podrían recordarnos a otras cintas del género –como las del universo de El conjuro, por ejemplo–, pero conforme avanza la historia, ésta deja ver intenciones más complejas así como un discurso que obliga a la audiencia a reflexionar sobre cómo surgen todas las ideas que tenemos de lo sobrenatural.

Historias de ultratumba sigue al investigador de lo paranormal Phillip Goodman (Andy Nyman) en tres distintos casos que llegan a él por Charles Cameron, otro famoso investigador. Cameron le sugiere a Goodman que su trabajo no es tan bueno como él cree y lo reta a resolver tres casos que parecen no tener explicación alguna: el de un velador que vio un espíritu en un antiguo manicomio; el de un joven que asegura haber visto al diablo y el de un hombre cuya esposa le anunció su muerte segundos antes de que ésta sucediera en la vida real.

Lo más emocionante de Historias de ultratumba es que se trata de una película inteligente. La dirección de Andy Nyman y Jeremy Dyson es efectiva porque se dedica a jugar con las expectativas del espectador en la primera parte de la cinta. Como una visita a una mansión embrujada, ellos nos sitúan en lo que parece ser otro filme más del género. La construcción del ambiente cumple, pero realmente no hay nada que pueda parecer nuevo o diferente. Sin embargo, esto cambia conforme el protagonista se adentra más en la investigación. A partir del segundo caso, existe un terror que ya no proviene de lo que estamos viendo en pantalla sino de un guion que toma una ruta muy distinta a lo que prometía.

El terror entonces se vuelve psicológico porque nos sentimos atrapados en el mismo viaje que lleva a Phillip Goodman a estos tres casos que se vuelven más extraños conforme el investigador conoce a sus respectivos protagonistas. Al mismo tiempo, se agradece que todas las actuaciones estén comprometidas con la historia: desde el veterano Martin Freeman hasta el joven Alex Lawther pasando por el mismo Andy Nyman, todos parecen igualmente entretenidos en sus respectivos papeles. La interpretación de Freeman, en especial, hace del clímax de la cinta algo igualmente extraño pero efectivo dentro del contexto de la historia.

En lo que respecta a la parte visual, la cinta deja de mostrarse interesada en los clichés y en mostrar a los fantasmas para enfocarse en crear un ambiente que parece salido de una pesadilla. Los movimientos de cámara y los cambios de escenario dentro de la misma toma hacen que Historias de ultratumba se convierta en una especie de jaula para el público. Esta sensación de claustrofobia, la cual se logra a través de la cámara y el guion, es totalmente intencional y eventualmente cobra sentido con los objetivos de la historia.

El único punto negativo es lo tarde que llega Historias de ultratumba a nuestro país, casi un año después de su estreno en Reino Unido. Ésta es la extraña película de terror que además de entretener, tiene algo que decir sobre el miedo y cómo éste puede ser no sólo motivo de sustos y escalofríos, sino una eterna fuente de creación en nuestra vida. Al inicio del filme, el protagonista nos advierte: «Cuidado con lo que creen«. Y es aquí donde yace la atrevida reflexión que la película nos plantea: quizá lo sobrenatural sí existe, pero únicamente porque nosotros creemos que es posible.

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Alejandro Sosa Soy fan de los slasher y me gustaría vivir en una película de terror. De grande quiero ser como Sidney Prescott. Algún día escribiré un best seller. Me gustan los libros, las series y obviamente, el cine.