Spirit, el indomable – Crítica de la película animada

En 2002, muchos de nosotros éramos tan sólo unos niños cuando Spirit (2002) llegó a cines. Esta historia trascendió en la animación de DreamWorks Animation no sólo por su innovadora técnica, sino también por ser una historia con grandes personajes y una esencia amorosa y libre que la convirtieron en una gran favorita del cine infantil. Casi 20 años después, llega la película secuela Spirit, el indomable.

Tras el lanzamiento de una serie de Netflix en 2017 con el cimarrón de protagonista, la película Spirit, el indomable llega a los cines para llevarnos de la mano del corcel a seguir nuevas aventuras. En ellas, nos enfocamos en Lucky Prescott (Isabela Merced): una pequeña niña que se muda de la gran ciudad al campo para reencontrarse con sus orígenes y su padre (Jake Gyllenhaal). La unión sucede luego de muchos años de incertidumbre tras haber perdido a su madre, la icónica celebridad del rodeo Milagro Navarro (Eiza González).

Sin embargo, cuando las cosas parecen no salir tan bien como ella esperaba, Lucky conoce a Spirit, quien será su compañero en este camino de autodescubrimiento lleno de hazañas y unos cuantos obstáculos.

Gracias a esta premisa podríamos esperar que Spirit, el indomable, tuviera un papel importante en la película y en la historia personal de la protagonista. Sin embargo, pareciera que sólo está ahí para darle nombre a la historia y así convertirse en la justificada secuela del filme del 2002. La amistad de Spirit y Lucky resulta en una relación artificial cuando el caballo se convierte en un personaje totalmente prescindible. Esto sucede muy temprano en la película, porque si bien el corcel conserva a ratos su ya conocida testarudez y personalidad indomable, la verdad es que pudo haberse sustituido por un caballo que no necesariamente tuviera las cualidades de Spirit y la película habría llegado al mismo desenlace.

También, el camino de autodescubrimiento de Lucky viene acompañado de un sinfín de recursos narrativos que se han reciclado continuamente en el cine infantil: la pérdida de su progenitora, el arco de la relación con su padre, su actitud testaruda que la lleva a tener problemas y moralejas tras sus errores, entre otros.

A pesar de esto, Spirit, el indomable sí tiene sus momentos destacables gracias a su temática de celebración de las culturas y sus tradiciones. El filme se forja en un mundo donde la cultura mexicana y la estadounidense convergen y se entrelazan con canciones y colores. Mezcla el rodeo norteamericano con las tradiciones de la charrería mexicana. Spirit, el indomable encuentra dos mundos con mucho en común para unirlos en un espacio con historia propia y grandes atractivos visuales donde todos los personajes abrazan y disfrutan de las tradiciones de ambas culturas.

Spirit, el indomable podría considerarse una buena opción para que los más pequeños se emocionen al ver una nueva opción de animación. Incluso se podrían sentir identificados al ver algunas tradiciones mexicanas reflejadas en un filme que al final nos enseña sobre la importancia de los valores familiares y la multiculturalidad. Aunque a decir verdad, ni siquiera estos atributos la hacen emotiva o memorable como su antecesora de 2002.

Spirit, el indomable llega a cines de México este jueves 10 de junio. Si también quieres conocer lo que Eiza González tuvo que decir sobre la película y su participación en ella, puedes ver nuestra entrevista con ella a continuación.

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Eugenia Rivas Calderón Amo el cine desde que tengo uso de memoria. De pequeña porque podía ver increíbles historias en pantalla grande junto con mis palomitas, ahora porque me da la mano para entrar y vivir en él.