Como si fuera la primera vez – Crítica

Es válido hacer remakes. Todo el tiempo se hacen y no hay ninguna película que tenga algún candado celestial que prohíba rehacerla: el detalle está en tener los derechos y además muchas veces el coraje. Con Como si fuera la primera vez, el equipo detrás de esta versión de la cinta original de Adam Sandler y Drew Barrymore, traslada la acción de Hawaii a República Dominicana y en el protagónico a Vadhir Derbez y Ximena Romo. 

También habría que tomar en cuenta que no muchas veces tenemos el acceso directo a la obra original y vemos primero el remake. Así fue el caso de muchos con Scarface de Brian de Palma en lugar del original de Howard Hawks en 1931 o incluso más recientemente Nace una estrella de Bradley Cooper frente a las tres versiones anteriores. En el caso de Como si fuera la primera vez no se trataba de una actualización de la cinta sino de una tropicalización de la misma.

Pero las fallas en la película de Mauricio Valle no están en que sea un remake (nuevamente, nada es sagrado, y mucho menos una comedia romántica de Adam Sandler) sino en que a pesar de algunas propuestas interesantes como un soundtrack más adecuado a un público latino -aunque con muchos menos tracks-, o la actuación de Ximena Romo quien desde Oveja negra ha demostrado sus tablas como actriz, la película se siente sin química y especialmente sin vida.

Lo cierto es que esa zona de Punta Cana da la sensación de estar sin vida, parece que nuestros protagonistas están en un mundo que recuerda Soy Leyenda de Will Smith, ya que son contadas las personas que aparecen ya sea en la playa y en las calles. Vamos, hasta algunos de los clientes que van al restaurante del papá de Luci ni tienen comida en sus platos. Toda una escena en la que nadie tiene alimentos, ni sobras.

Otro aspecto que resalta por lo extraño es el audio. Todos los diálogos parecen haberse grabado después en un estudio ya que, nuevamente, se percibe esta falta de «vida». No parece haber sonido ambiental y nuestros personajes hablan unos con otros como si estuvieran dentro de un cuarto aislado, sin que el entorno les afecte, aun y cuando se ve el mar con sus olas o el mover de las palmeras… nada de eso se escucha o se siente.

Como si fuera la primera vez se une así a esta larga lista de remakes hechos en México de películas -en su mayoría comedias- que buscan atraer a una audiencia a través de la tropicalización de la obra original. Y mientras que distribuidoras como Videocine o Diamond Films lo hacen a través de películas latinoamericanas como Mamá se fue de viaje o Hazlo como hombre; e incluso de Europa como No manches Frida o 3 idiotas, Sony Pictures lo hace a través de títulos mucho más conocidos -y de su propiedad- como lo son La boda de mi mejor amigo y en este caso 50 First Dates. ¿Funciona? Para el caso de este más reciente remake la respuesta sería negativa, y no necesariamente porque se extrañe la cinta original, sino porque esta obra carece de química… algo tan importante como la memoria a corto plazo.

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.